Revilla, tras la demanda de Juan Carlos I: «Fue mi ídolo. Estoy cabreado. ¿Por qué yo, un tío normal?»

con su retórica y sus aspavientos verbales habituales, el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla ha comparecido en rueda de prensa tras haber sido demandado por el Rey Juan Carlos I por una intromisión ilegítima en su derecho al honor. Así, Revilla ha asegurado que estaba «cabreado» y que «sintió rabia» tras la noticia. «¿Por qué yo, un tío normal y corriente?», se ha preguntado.

Igualmente, ha relatado que «comprenderán que esta es una situación complicada» y que «no es cualquier cosa enfrentarse a una demanda de nuestro ex jefe de Estado». A pesar de que Revilla ha cargado en un gran número de ocasiones contra Don Juan Carlos, también ha reconocido que «fue mi ídolo»: «Jamás me han condenado a nada, y que esto me ocurra con 82 años, y que lo haga el que fue mi ídolo, no deja de dejarme perplejo».

En este contexto, ha manifestado que «el artículo 5 de la Constitución declara inviolable al Rey por cualquier tipo de acto que comete». De esta manera, ha destacado que «el Rey es inmune, no puede ser denunciado», es «un hombre inmune», ha enfatizado con tono de queja.

Asimismo, el que fuera jefe del Ejecutivo cántabro ha insinuado que «algunos Reyes están anclados en la época en la que todos los demás eran siervos», mientras que él «siempre» se ha «revelado contra las injusticias, contra la prepotencia y contra los privilegios».

Respecto a que el padre del Rey Felipe haya establecido su residencia en Abu Dabi, Revilla ha indicado que «estamos ante un señor que culmina su periplo con algo que es gravísimo; declararse apátrida fiscal del país del que ha sido jefe del Estado». A renglón seguido ha subrayado que «hay algo más patriótico que llevar mecheros y pulseras con la bandera, pagar impuestos». «Hay que pagar impuestos, y por eso también he sido durísimo contra Rodrigo Rato, condenado por ser uno de los mayores evasores fiscales de este país», ha añadido.

Preguntado sobre si considera que es culpable, ha expresado que «creo que no he cometido ningún delito», debido a que «no he dicho nada que no estuviera contado, y no he dicho nada que no sea cierto». Además, ha apuntado que «cuando se habla de honradez, yo digo, ¿pero a ti te han puesto la panoja en la boca?». «A mí, sí, y lo denuncié», ha dictaminado para después decir que cuenta con «la autoridad moral de denunciar todo lo que parece mal».

Igualmente, el expresidente cántabro ha aseverado que «nada me gustaría más que el Rey viniese a ese acto de conciliación», algo que «me encantaría». «Yo no me veo ahí que haya metido la pata en nada. Pero si alguien me lo demuestra, no tengo ningún inconveniente a la hora de pedir perdón. No tengo ni rencor ni envidia», ha zanjado.