El perfil
Griñán, el expresidente andaluz del PSOE que ya nada espera
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que condena al expresidente de la Junta de Andalucía a 6 años de prisión
El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia del caso de los ERE, y José Antonio Griñán, expresidente de la Junta de Andalucía, ingresará en prisión. En noviembre de 2019, la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Griñán por un delito continuado de prevaricación en concurso medial con un delito continuado de malversación, que lo tendrá entre rejas durante 6 años y 2 días.
Nacido en Madrid hace 76 años, José Antonio Griñán es hijo de dos sevillanos. Su padre fue oficial del cuarto militar del general Franco, y su tío, hermano de su madre, fue consejero nacional del Movimiento entre 1967 y 1977. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, aprobó en 1969 unas oposiciones a inspector técnico de trabajo.
No obstante, Griñán, licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, se unió al PSOE a principios de los ochenta. Rápidamente inició su trayectoria política. En 1982 se convirtió en viceconsejero de Trabajo, y entre 1990 y 1992 dirigió la Consejería de Salud, hasta dar el salto a la política nacional, poniendo punto final a su primera etapa en la Administración autonómica. Fue diputado nacional entre 1993 y 2004 y ministro de Felipe González entre 1992 y 1996.
Presidente de la Junta
Ya cuando regresó a Andalucía, en 2004, fue consejero de Economía y Hacienda hasta 2009, como paso previo a suceder a Manuel Chaves. Fue presidente de la Junta de Andalucía entre 2009 y 2013, y tres años después de acceder a la Presidencia, perdió las elecciones autonómicas en favor del Partido Popular de Javier Arenas, aunque logró permanecer en el Palacio de San Telmo gracias a un pacto con Izquierda Unida.
Se marchó de la presidencia de la Junta en septiembre de 2013 con prisas, alegando motivos personales, ya con la sombra de los ERE persiguiéndolo. La jueza Mercedes Ayala se convirtió en su pesadilla, y fue imputado junto con Manuel Chaves y los exconsejeros Antonio Ávila, Carmen Martínez Aguayo, Manuel Recio, Francisco Vallejo y José Antonio Viera.
El mayor robo de dinero público de la democracia
El Supremo confirma las condenas de los ERE a Chaves y Griñán, que ingresará en prisión
Fue el 19 de noviembre de 2019 cuando fue condenado a 6 años de cárcel y 15 de inhabilitación para ocupar cargo público por los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos en la concesión de ayudas a las empresas en crisis durante 10 años por valor de 680 millones; el mayor escándalo de corrupción política de nuestra historia reciente.
El pasado mes de marzo, en una entrevista en Onda Cero con motivo de su libro Cuando ya nada se espera, José Antonio Griñán defendió su inocencia. «No es que crea en mi inocencia, es que sé de mi inocencia», declaraba el ya condenado en firme. Cuando el Tribunal Supremo ratificara la condena, «no tendría más remedio que acatar la sentencia y mi vida habría terminado», afirmaba.
Casado con María Teresa Caravaca y padre de tres hijos, uno de ellos, Manolo -protagonista de la conversación con la que empieza su libro- «detesta» la política desde que, en 1982, su progenitor les anunciara que cambiaban de casa, de ciudad y de amigos. Manolo siempre ha defendido la inocencia de su padre y culpó a «la puta política» cuando, en 2016, la Fiscalía Anticorrupción solicitó 6 años de cárcel para el expresidente de la Junta.
Recientemente, en la campaña electoral de las pasadas andaluzas, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero- y todo el PSOE reivindicaron «con orgullo» la «honestidad» de Chaves y Griñán, quien ingresará en prisión, a menos que Pedro Sánchez firme otro indulto o el Tribunal Constitucional revoque la decisión del Supremo.