Sevilla se queda sin sombra por la creciente deforestación municipal

Agosto, por lo general, suele ser un mes tranquilo en Sevilla. Sus vecinos se van a la playa y dejan la ciudad prácticamente vacía, a la entera disposición de los turistas que se atreven a visitar sus monumentos a plena luz del día, pues apenas tiene ya sombra. El motivo es el mismo que este mes de agosto alteró a los vecinos de Triana: la deforestación.

El Ayuntamiento de Sevilla autorizó a mediados de agosto la tala del ficus de la parroquia de San Jacinto a petición de su sacerdote. Hubo protestas y una demanda contra el Consistorio, y el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla paralizó la tala de este árbol que unos frailes dominicos trajeron procedente de Puerto Rico. Sin embargo, el auto, que ya ha sido ratificado por otro a fecha 2 de septiembre de 2022, llegó cuando del centenario ficus sólo quedan el tronco y las raíces.

Las recientes obras urbanísticas que ha emprendido el Ayuntamiento de Sevilla ponen de manifiesto el proceso de deforestación que viene sufriendo la ciudad desde hace años. La capital hispalense cuenta ahora mismo con 209.608 árboles censados, unos 25.000 menos que en febrero de 2019, según datos del Consistorio. El Área de Transición Ecológica apenas ha plantado 27.575 unidades en los últimos seis años, y no dan la sombra de los viejos ejemplares que han arrancado para hacer las obras.

Los planes urbanísticos de los últimos Gobiernos municipales del PP y el PSOE han dejado el entorno de la Torre del Oro sin sombra. La calle Almirante Lobo, antes cubierta por 21 plátanos de sombra, tiene ahora unos pequeños árboles orquídeas. En el paseo Marqués del Contadero, junto al río Guadalquivir, ni tiene ya árboles, y para colmo, los toldos no llegarán hasta 2023. Menos mal que el calor ya remite.

Otro ejemplo son las obras del tranvía que discurrirá entre la calle Luis de Morales y la estación de tren de Santa Justa: los frondosos árboles que separaban ambos sentidos de la circulación han desaparecido y no serán sustituidos, dado que su espacio, lógicamente, lo ocupará el tranvía.

El proceso de deforestación de Sevilla continuará, si sus vecinos no lo evitan, en la barriada de Tablada, donde la reurbanización prevista por el Ministerio de Defensa, y que ha de aprobar el Ayuntamiento, provocará la tala de 389 árboles, el 80 % de los 531 inventariados allí. Defensa, propietaria de los terrenos sobre los que se levanta la barriada, pretende sustituir los actuales ejemplares por 255 árboles jóvenes.

Curiosamente, el alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz, preside desde el pasado mes de abril la Red Española de Ciudades por el Clima, dedicada a luchar contra el llamado cambio climático y sus efectos, como el calor, que la falta de sombra intensifica en una de las ciudades más calurosas per se de España.