El negocio de las narcolanchas: así entra la droga por Andalucía

La macroperación Viñas es uno de los muchos operativos contra el narcotráfico que se han desarrollado en Andalucía en los últimos tiempos y no viene más que a constatar el proceder de las mafias. Éstas han convertido el estrecho de Gibraltar en su ruta preferida para introducir droga en España y, desde nuestro país, moverla por Europa, y las llamadas 'narcolanchas' son ya un negocio por sí mismo.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una banda que presuntamente se dedicaba al tráfico de drogas a través de la preparación y acondicionamiento de narcolanchas. En las mismas naves industriales donde eran ocultadas las sustancias, se acondicionaban las embarcaciones con motores de gran potencia, sistemas de navegación y, en definitiva, la electrónica y los elementos necesarios para la singladura.

Una vez preparadas, las narcolanchas eran trasladadas en camiones a las costas del Campo de Gibraltar, donde las botaban al mar. Los camiones, ya cargados de la droga que las embarcaciones traían de Marruecos, partían por carretera hasta países europeos como Francia, Bélgica o Países Bajos.

La macroperación Viñas se ha desarrollado en nueve fases operativas y ha culminado con 21 personas detenidas. Además, se han intervenido 296 kilos de cogollos de marihuana, 80 kilos de hachís, ocho embarcaciones, media docena de motores fueraborda, cuatro remolques, tres cabezas de camión, 4.200 litros de combustible y unos 16.000 euros en efectivo, entre otros efectos.

Del mismo modo, se llevó a cabo una investigación patrimonial que permitió la prohibición, por parte de miembros de la trama, de enajenar y disponer de una flota de 45 vehículos –valorados en 1.472.000 euros– y de un inmueble valorado en otros 150.000 euros.

Las narcolanchas permiten a las mafias realizar rápidos trayectos entre las costas del Campo de Gibraltar y Marruecos

La investigación se inició a mediados de 2021 tras la detección de un grupo criminal dedicado, presuntamente, al tráfico de hachís en grandes cantidades. Para desarrollar la actividad ilícita, la trama se proveía de embarcaciones con motores potentes que les permitían realizar rápidos trayectos entre las costas del Campo de Gibraltar y Marruecos.

Los agentes constataron que la presión policial en las costas de Cádiz y Málaga, donde se asentaba el entramado, lo habría llevado a extenderse por otras zonas. Así, contaba con una amplia red de colaboradores en Almería y las regiones de Extremadura, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana.

De hecho, fue en una nave industrial de Corbera (Valencia) donde fueron intervenidos los 296 kilos de cogollos de marihuana, que estaban envasados al vacío y ocultos entre lechugas en un camión frigorífico. En Murcia, se incautaron los 80 kilos de hachís, que, repartidos en 40 paquetes, se encontraban en los dobles fondos de las puertas de un remolque.

Las narcolanchas suelen ser, por lo general, planeadoras, prohibidas desde 2018, cuando el Consejo de Ministros aprobó un decreto por el cual la mera posesión de una de estas embarcaciones se considera delito de contrabando. Con la ley en la mano, las planeadoras pueden ser intervenidas aunque no estén implicadas en una actividad delictiva.