Las impactantes imágenes de la muerte de un policía tras ser atacado por un hombre armado en Andújar

Las imágenes son impactantes, por lo que se muestran difuminadas en los momentos en los que se producen las dos muertes: la de un policía, herido de bala, y la del agresor, que muere de otro disparo tras atacar a otro agente con un cuchillo y un martillo. Se trata del suceso ocurrido este domingo en la calle Las Monjas, en Andújar (Jaén), que ha terminando con dos muertes en apenas unos minutos y con la sensación de que quizás se podría haber evitado.

«¡Abre a la autoridad competente!» grita un hombre, el agresor, que llega a un portal portando una mochila de la que saca un cuchillo de medianas dimensiones y un martillo en el que todavía se puede apreciar la etiqueta del establecimiento donde fue comprado. El hombre, un español de mediana edad, llama insistentemente al telefonillo de una vivienda. Nadie le abre.

Varios de los vecinos, apostados desde sus ventanas, le niegan la entrada. El agresor insiste:

–¡Abrid a la autoridad competente. Los vecinos. Soy el rey. Vengo a por un terrorista!

Una mujer le dice que se vaya, que qué culpa tiene ellos de sus motivaciones personales. «Vengo a por vosotros y os quemo el piso», replica el varón, fuera de sí. «¡Abre la puerta o la abro!», continúa. Los vecinos tratan de disuadirle, pero es en vano. Entonces se dirige directamente a un hombre que está asomado en una vivienda de la primera planta. «¡Baja y te entregas!», le espeta, causando confusión y dando a entender que podría ser un agente de la Guardia Civil, como comentan algunos de los testigos.

El hombre del primer piso le dice que va a bajar, pero le dice que tire el cuchillo.

–¡Cuchillo y martillo pa matarte!

El agresor continúa amenazando. «Ya vendré a por ti y a por tu padre. ¡Por mis muertos!», advierte. «Te voy a cortar los huevos y la polla!», añade. «Eres un maricón. Venid todo Andújar a por mí. Venid a llevarme si tenéis huevos», sigue. Y en ese momento, a los cuatro minutos desde que el hombre llega al portal, aparece un vehículo de la Policía Nacional con dos agentes a bordo.

El copiloto abre la puerta y le ordena al agresor que tire el cuchillo «ahora mismo». «Ahí hay dos terroristas que los encubrís vosotros», asegura el varón mientras se acerca al agente. En ese momento acelera el paso y se dirige directamente contra él, que retrocede empuñando su pistola y la porra durante varios metros mientras le vuelve a ordenar en varias ocasiones que arroje el arma blanca inmediatamente.

El agresor entonces se abalanza contra el policía, que tropieza y cae al suelo. En ese momento se escucha un disparo y se ve cómo el hombre comienza a agredir al agente en el suelo. Ese disparo alcanza al agente que conducía el vehículo, que tras escucharse la detonación cae al suelo herido. Esa herida sería mortal.

Un vecino se acerca por detrás y de una patada logra apartarle unos centímetros. Otro viandante trata de separarle del agente, pero sale corriendo cuando el agresor se revuelve contra él. El agente consigue levantarse gracias a la acción de los civiles, herido.

El hombre se levanta y camina varios metros en dirección contraria, seguido por el agente del Cuerpo Nacional de Policía, que camina renqueante. Entonces llegan dos agentes de la Policía Local a bordo de dos motocicletas, que le cortan el paso. En ese momento se escuchan disparos y el agente de Policía que había sido apuñalado consigue reducirlo cuando ya estaba herido de muerte.