Humedal de Veta la Palma

Humedal de Veta la PalmaCarlos Romero

Andalucía

La Junta de Andalucía ampliará Doñana con la compra de 7.500 hectáreas de una finca sevillana

Ribera considera que va «en la buena dirección» pero es «insuficiente y con cero incidencia de cara a reducir la presión sobre el acuífero»

La Junta de Andalucía comprará 7.500 hectáreas de la finca Veta La Palma, ubicada en La Puebla del Río (Sevilla), para ampliar la superficie del Parque Nacional de Doñana un 14 % y hacer así «más resiliente al Espacio Natural de Doñana frente a los efectos del cambio climático».

Así lo ha anunciado el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno en el transcurso de su intervención en un foro informativo organizado por ABC de Sevilla en la capital andaluza. Según Moreno, con esta iniciativa, el objetivo del Gobierno andaluz es mantener inundadas las más de 3.500 hectáreas que «corren el riesgo de dejar de tener agua por el cierre de las piscifactorías de la zona, evitando con ello la pérdida de la biodiversidad de este espacio y las repercusiones negativas en hábitats y especies animales».

La valoración estimada de los terrenos es de unos 70 millones de euros, a falta de los últimos informes, y Moreno ha señalado que se trata de «la operación de incorporación a la titularidad pública de terrenos más importante desde la declaración de Parque Nacional de Doñana, y el hito ambiental más importante de Doñana en los últimos 45 años, tras la ampliación del Parque Nacional en 1978».

Moreno ha defendido esta iniciativa como la única manera de evitar un «duro golpe» al Parque Nacional de Doñana, impidiendo que las más de 3.500 hectáreas que actualmente están inundadas de manera artificial dejen de tener agua tras el cierre de las piscifactorías.

Al respecto, ha señalado que, si no se adquiriese la finca y faltase agua en los terrenos, la superficie inundada del Espacio Natural de Doñana disminuirá en más de 3.500 hectáreas y Doñana será «mucho menos resiliente».

De esta manera, se mermaría la diversidad de hábitats y se reduciría «de manera drástica» la capacidad de adaptación ante el cambio climático del conjunto del humedal, además de que desaparecería la avifauna acuícola al quedar la zona sin inundación, según ha abundado el presidente, que al respecto ha puesto de relieve que, en algunos años y en algunos momentos, ese espacio alberga más de 300.000 aves acuáticas, el 60 % del censo de aves de Doñana.

Además, si esas miles de hectáreas quedan sin agua desaparecerá el hábitat de 1.200 parejas de 17 especies de aves amenazadas, raras o vulnerables, como la cerceta pardilla, «en peligro crítico» de extinción, según la Estación Biológica de Doñana, y disminuiría la capacidad del medio natural para las aves del conjunto del espacio protegido en años secos, según ha seguido exponiendo el presidente.

Ha detallado que la compra de estos terrenos supondrá que las 7.500 hectáreas pasarán a ser de titularidad pública y se abrirá un proceso de investigación científica por parte de las universidades y de los técnicos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul para determinar los proyectos que mejoren las condiciones ambientales de este humedal.

El proceso terminará con la redacción de un Plan Estratégico de Actuaciones Ambientales para Doñana, con el objetivo prioritario de que este espacio natural sea considerado Parque Nacional.

Potenciar el ecosistema

Moreno ha defendido que la compra de estos terrenos es una apuesta del Gobierno andaluz para mejorar y potenciar los valores que hacen de Doñana «un ecosistema único en el mundo», y ha detallado que la primera de las actuaciones que se llevarán a cabo a muy corto plazo será la de «mejorar la funcionalidad ambiental» de los lucios del Bocón, Cuquero Grande y Cuquero Chico, de forma que se reforzará la conexión de los sistemas a final del verano o principios de otoños secos, e incluso en periodos de veranos cuando no se cultive arrozal en las inmediaciones de la finca.

En segundo lugar, se prevé reacondicionar la zona para la reproducción de aves acuáticas, fomentando la producción de unidades de cultivo de peces. Se reconectarán las pequeñas balsas, se crearán isletas y se protegerá la zona contra la depredación de jabalís y zorros.

Y en tercer y último lugar, la Junta plantea «mejorar las balsas extensivas». En concreto, dos balsas de 70 hectáreas cada una, cuyos bordes serán perfilados para una mayor naturalización y revegetación de los taludes.

El presidente de la Junta ha defendido que su Gobierno está «comprometido al máximo con la preservación» de una «joya» de la naturaleza como es Doñana, y ha sostenido que el «verdadero peligro» que amenaza ese espacio es el «cambio climático», y no la proposición de ley para la mejora de la ordenación de regadíos de la Corona Norte de Doñana, defendida por el PP y Vox en el Parlamento de Andalucía, donde se encuentra en tramitación.

El Gobierno lo ve insuficiente

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, considera que esta compra, «va en la buena dirección» pero insiste en su petición de pedir la retirada de la Ley de regadíos autonómica.

«Una medida en la buena dirección que agradecerá seguro la biodiversidad y las aves pero que es insuficiente y lamentablemente con cero incidencia de cara a reducir la presión sobre el acuífero y la disponibilidad de agua y zona inundable», ha apostillado Ribera durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

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