Juicio contra el acusado de asesinar a su expareja en Parque Nueva Granada

Juicio contra el acusado de asesinar a su expareja en Parque Nueva GranadaEFE

Granada

El acusado de asesinar a su expareja en la zona de Parque Nueva Granada reconoce el crimen y acepta 21 años de prisión

La defensa ha alcanzado un acuerdo con la Fiscalía, la defensa popular y la particular que incluye la renuncia a la patria potestad de sus hijas

El acusado de asesinar con más de 50 puñaladas a su expareja en Granada ha reconocido esta mañana los hechos ante la Audiencia de Granada, y ha aceptado una condena de 21 años de prisión. El imputado ha pedido «perdón» a las niñas y ha accedido a la retirada de la patria potestad de sus hijas, con las que no podrá comunicarse ni tampoco acercarse en 31 años.

El acuerdo entre las partes ha permitido no tener que constituir el jurado popular que se iba a encargar de la causa. La sentencia ha considerado que los hechos representan un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con las agravantes de parentesco y violencia de género, y la circunstancia atenuante de confesión. La condena establece también ocho años de libertad vigilada.

«Quiero pedir perdón a mis niñas, a su familia, a mi familia y a todo el mundo», ha dicho en la Sala antes de ser condenado como autor del delito.

Autor confeso del crimen

Los hechos ocurrieron el 10 de diciembre de 2021 cuando el acusado, separado de la víctima, la asesinó en el garaje de su vivienda en la zona de Parque Nueva Granada después de que la víctima hubiera puesto fin a la relación que mantenían tras siete años casados. Según el escrito de la Fiscalía, el procesado compró el paquete de cuchillos que utilizó para asesinar a la víctima esa misma mañana en una tienda del barrio.

Después de asesinarla, el acusado huyó del lugar del crimen y llamó al dueño de un bar para decirle que había matado a la víctima, que avisara a la Policía, y que él estaría esperando en un descampado frente a su vivienda.

Cuando los agentes llegaron al descampado, el acusado confesó los hechos: «He apuñalado a mi mujer, ojalá esté muerta», llegó a decir, afirmando que era «una cosa que tenía que hacer» porque había descubierto que la víctima tenía una relación con otra persona.

La sentencia dictada de viva voz y firme incluye que el acusado deberá indemnizar a cada una de sus hijas con 300.000 euros por los daños morales y con otros 100.000 euros a la madre, el padre y la hermana de la víctima. Algunos de sus familiares han esperado en los pasillos a que finalizara la vista y se han fundido en un abrazo visiblemente dolidos y emocionados una vez que ha acabado el proceso.

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