Una macroplanta fotovoltaica amenaza el futuro de la Vega de Granada y su entorno

Las llanuras andaluzas se están convirtiendo en extensos mares de cristal en busca de la luz solar para generar energía. La energía fotovoltaica ha experimentado un gran crecimiento en nuestro país durante la última década, convirtiéndose en un gigantesco negocio amparado por la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, esto no puede producirse a cualquier precio.

La Junta de Andalucía autorizó en diciembre de 2023 la instalación de una enorme planta fotovoltaica en la fértil Vega de Granada, capaz de producir una potencia de 345.400 megavatios de electricidad cada año. Ocuparía 155 hectáreas, el equivalente aproximado de 200 campos de fútbol. Sin embargo, la ubicación de la planta ha levantado la crítica de varias organizaciones que aseguran que «esta planta supondrá la destrucción de 33 hectáreas de cultivo, pone en peligro el anillo verde del Área Metropolitana y afecta negativamente al paisaje y al patrimonio cultural de la zona, ya que el paisaje de la Vega es único, irrepetible, y difícilmente recuperable una vez destruido».

Esta semana, la Plataforma en Defensa de la Vega de Granada y su Entorno, constituida por seis colectivos ecologistas, ha convocado para el próximo 8 de junio una manifestación en protesta contra este megaproyecto que lleva asociado una red de líneas eléctricas de alta tensión que arrasará más de 14 kilómetros de territorio y afectará a cinco municipios de la Vega de Granada: Las Gabias, Vegas del Genil, Santa Fe, Pinos Puente y Atarfe. Desde la Plataforma, han explicado que ya han presentado más de un centenar de alegaciones al proyecto y han pedido también a los ayuntamientos que sean valientes y no concedan licencias para que estas grandes empresas desarrollen los megaproyectos que tantos perjuicios van a provocar a la sociedad.

La Plataforma en Defensa de la Vega de Granada y su Entorno señala que este megaproyecto afecta de forma directa a dos espacios naturales protegidos: el parque Periurbano de la Dehesa de Santa Fe y la Zona Especial de Conservación de La Malahá entorno al Arroyo Salado. Los manifestantes han declarado que lo más grave para ellos es que la energía que se producirá en estas megaplantas de energía renovable «no revertirá en los vecinos de las localidades afectadas, sino que se exportará».

Exigen una moratoria inmediata

La Junta de Andalucía ha iniciado ya el proceso para la declaración de utilidad pública del proyecto de la empresa promotora Ence Energía y Celulosa SA. Esto conlleva la expropiación forzosa de terrenos agrícolas de los agricultores de la Vega, que verán limitado el cultivo de sus tierras, y perjuicios a toda la ciudadanía, que verá peligrar el futuro de la Vega de Granada.

A pesar de las protestas, los integrantes de esta plataforma han asegurado que están a favor de las energías renovables, pero no de esta manera. Por eso, exigen una moratoria inmediata y de carácter urgente para que se lleve a cabo una planificación adecuada del proyecto, en donde prime un desarrollo ordenado y sostenible de los recursos y se respeten los suelos de alto valor, como el de la Vega de Granada.