Muere un tripulante de una narcolancha en Barbate al chocar con una patrullera de Aduanas

La guerra abierta contra el narcotráfico en las aguas del estrecho se ha cobrado una nueva vida. Sobre las 21.40 horas de la noche del sábado, se produjo una persecución vinculada al tráfico de drogas. Una narcolancha trataba de huir de una patrullera de Vigilancia Aduanera.

Todo ocurrió a la altura de Caños de Meca, en el término municipal de Barbate. La persecución acabó con un toque entre las embarcaciones. Fruto de este choque los dos tripulantes de la narcolancha cayeron al agua. Los recogió la patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera. Se trataba de una persona magrebí y un español con antecedentes contra la salud pública. Mientras los trasladaban a puerto, el norteafricano falleció fruto de las lesiones.

No se trata de un incidente aislado. El miércoles 31 de enero Marcos, de 47 años, murió en Cádiz después de que la lancha semirrígida en la que viajaba fuese arrollada por la Guardia Civil en la desembocadura del río Guadalquivir. Junto a él viajaban otras tres personas que fueron detenidas.

Esa es la versión de la familia del muerto, que fueron arrollados mientras dormían. Acusan a los guardias de homicidio imprudente y un juzgado abrió diligencias de investigación tras la querella presentada por la familia. La versión de los agentes es diametralmente opuesta.

Según ellos, todos los ocupantes estaban descansando menos uno, que se hizo con el timón al ver aproximarse a la Guardia Civil e intentó emprender la huida con una maniobra, precipitada y arriesgada, que habría acabado provocando la colisión.

Días después, el 9 de febrero, una narcolancha acabó con la vida de dos guardias civiles en la localidad de Barbate. Varias personas fueron detenidas e ingresaron en prisión. Tiempo después se demostró que los señalados por los fallecimientos eran inocentes de ese delito. La justicia los mantiene en la cárcel.