Cádiz
Los guardias civiles que sobrevivieron a la narcolancha dicen que no pueden identificar a sus tripulantes
Las familias de los agentes agredidos en Barbate desean que se depuren responsabilidades entre los mandos
Las defensas de los detenidos por la narcolancha de Barbate piden que sean puestos en libertad
Los cuatro guardias civiles que sobrevivieron al ataque de una narcolancha en el puerto de Barbate (Cádiz) el 9 de febrero, en el que murieron dos agentes, han confirmado ante un juzgado de la localidad gaditana que fue una acción intencionada y han declarado que no han podido identificar a sus tripulantes.
Estos cuatro guardias civiles han declarado como testigos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Barbate y han detallado que hubo varios intentos de ataque por parte de una narcolancha, la de mayor tamaño de las que se encontraban en el puerto, entre ellos dos embestidas graves y la tercera mortal, según ha declarado a los periodistas el abogado de una de las acusaciones, Andrés Carreño.
Este abogado ha señalado que los agentes, que se encuentran afectados por lo ocurrido, han dicho a la jueza que, dadas las circunstancias en las que se produjeron los hechos, no han podido ofrecer más detalles de los tripulantes de la narcolancha, aunque recuerdan a una persona con una prenda «más brillante o llamativa», de color naranja o rojizo.
Depurar responsabilidades
Las mujeres de los agentes que declaraban este viernes han acudido a mostrar su apoyo a los guardias civiles y han reclamado que se depuren responsabilidades contra quienes dieron la orden de intervenir ante la presencia de narcolanchas en el puerto de Barbate pese a la falta de medios en ese momento para una operación de riesgo.
«Nos parece fatal que la cadena de mandos de donde partió la orden esté de celebración y los subordinados que tienen que obedecer esa fatídica orden estén declarando; es algo que no nos hace sentirnos bien», ha afirmado una mujer que no ha querido dar su nombre pero ha actuado como portavoz en Onda Cero.
Error en la investigación
El escándalo y la indignación eran mayúsculos en ese momento y desde el Ministerio de Interior se exigió una rápida operación de respuesta que calmase las aguas.
Con tantas prisas se cometieron errores. Un mínimo análisis crítico de los vídeos grabados durante aquella noche de principios de febrero indicaban que la lancha de Kiko el Cabra no fue la que se llevó por delante a la zodiac de la Guardia Civil.
Ahora toca dar con los verdaderos tripulantes de la embarcación que provocó el asesinato de los agentes, pero los que allí estaban presentes no han podido identificarlos.