La organización ecologista ha solicitado a la Junta tener conocimiento de dónde proceden estos restos de edificaciones,

Gibraltar sigue mordiendo terreno español en su política expansionista,Belén Pérez

Gibraltar sigue ganando terreno a España ante el silencio del Gobierno en plenas negociaciones con Reino Unido

La colonia ha aumentado un 30 % su espigón con los rellenos realizados en aguas españolas en los dos últimos años, ante el mutismo de Moncloa para no entorpecer los acuerdos con los ingleses

En la fase más decisiva de las negociaciones con el Reino Unido, tras la celebración de elecciones y la proclamación de un nuevo primer ministro, Gibraltar no se está cortando a la hora de morder terreno (en este caso agua) en una especie de política expansionista.

Limitado física y geográficamente, los responsables del Peñón no están teniendo reparo en acometer nuevas operaciones de relleno que supone una vulneración del Tratado de Utrech que concluía que las aguas adyacentes a Gibraltar son españolas.

La colonia británica pretende ahora la construcción de un nuevo proyecto urbanístico que contará con puerto deportivo, un hotel, viviendas residenciales y aparcamientos.

Para ello, necesita primero 'crecer' en dirección hacia el mar, rellenando el fondo marino de grandes bloques que le permita la creación de un terreno firme para llevarlo a cabo. Y todo, ante el silencio del Gobierno español.

Mutismo en La Moncloa

Gibraltar ha aumentado un 30 % su espigón con los rellenos realizados en aguas españolas en los dos últimos años. Los Gobiernos españoles intentaron, con mayor o menor fortuna, poner coto a las ambiciones gibraltareñas. Fue el caso del Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2005 elevó la cuestión de los rellenos a la Comisión Europea.

En 2012, con el popular Mariano Rajoy, el Gobierno declaró Zona Especial de Conservación (ZEC) lo que anteriormente había sido llamado por las instituciones comunitarias Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) del Estrecho Oriental con el objetivo de protegerlo de estos rellenos.

Sin embargo, las circunstancias han cambiado. Se produjo el Brexit y el Peñón y su Verja, con el tránsito de trabajadores desde uno y otro lado, quedó en una especie de limbo que obliga a las tres partes, España, Reino Unido y Unión Europea a llegar a un acuerdo.

Unas negociaciones que desde suelo nacional siempre se defendió que iban bien encaminadas hasta que las elecciones en Londres lo cambiaron todo. Salieron de Downing Street los conservadores y llegó un nuevo Gobierno laborista, con el que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pretende entenderse, pero sin desvelar ni adelantar los términos del acuerdo.

Prudencia en las localidades vecinas

Entre las localidades gaditanas vecinas a Gibraltar, se ha impuesto un manto de prudencia, sabiendo lo que hay en juego.

Si bien hace unas semanas, cuando las negociaciones parecían acelerar, lamentaban no gozar de mayor información disponible, ahora prefieren guardar silencio y dejar que el tiempo haga su trabajo.

Una posición que no trastoca ni los agravios urbanísticos de sus vecinos, ya que los ecologistas han denunciado que este tipo de rellenos acaba teniendo un impacto medioambiental sobre el Campo de Gibraltar, como se ha podido comprobar con la denuncia de Verdemar Ecologistas en Acción tras el vertido de escombros en una escollera de Los Barrios. Un material, que de venir contaminado, mediante hidrocarburos y otros materiales pesados, acarrearía consecuencias negativas para el terreno gaditano.

Pero el deseo de un acuerdo beneficioso entre España y Reino Unido les hace abrazar una actitud de prudencia. Desde Los Barrios, y pese a ser conocedores de esa situación, recuerdan que mantienen relaciones comerciales con Gibraltar desde al menos hace 40 años, las cuales esperan que queden reforzadas tras sellarse el acuerdo.

Un punto de vista que comparten más o menos los responsables de La Línea de la Concepción, que han preferido quedarse al margen de estas cuestiones y no han emitido más declaraciones cuando este medio se las ha solicitado.

Desde la cercana Algeciras, José Ignacio Landaluce, regidor algecireño y senador del PP, sí opinó al respecto lo siguiente hace algún tiempo: «No solo hablamos de una cuestión ambiental de primera magnitud, ya que el ejecutivo de la colonia británica está alterando una zona de especial conservación de altísimo valor natural, sino que Gibraltar está expandiendo su territorio a costa de unas aguas que consideramos españolas, violando tanto lo establecido en el Tratado de Utrecht como en cualquier legislación internacional sobre la materia».

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