Garrafas de gasolina incautadas por la Guardia Civil en los caños de Sancti Petri, en ChiclanaGC

Cádiz

Una tentación criminal para menores: el 'petaqueo' de narcolanchas mantiene en alerta a la Guardia Civil

Esta actividad supone el primer escalón para entrar a formar parte de las bandas de narcotraficantes

El petaqueo, como se conoce coloquialmente a la operación de suministro de combustible a una narcolancha, mantiene en alerta a la Guardia Civil, que ha desarrollado recientemente dos actuaciones en la Bahía de Cádiz que se han saldado con la incautación de un total de 699 garrafas con 17.070 litros de gasolina.

La primera de las actuaciones se desarrolló durante la tarde del pasado 25 de agosto, cuando el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil interceptó seis embarcaciones recreativas relacionadas con el repostaje de embarcaciones de alta velocidad dedicadas al narcotráfico en los caños de Sancti Petri, en Chiclana de la Frontera.

Una de ellas terminó hundiéndose, mientras que las otras cinco fueron retiradas para su puesta a disposición de la Dependencia de Aduanas e Impuestos especiales de Cádiz. Las petaqueras portaban 618 garrafas de gasolina con una capacidad total de unos 15.450 litros.

Además, durante esa misma jornada, una patrulla de la Guardia Civil de Chiclana abortó otra operación de petaqueo en el caño Zurraque, también en el término municipal de Chiclana. En este caso, los agentes lograron interceptar dos furgonetas isotermo y un turismo cargados con 81 garrafas de combustible, con un total de 1.620 litros, en un camino junto al río.

Dinero fácil

La Guardia Civil advierte de que, al igual que ocurre con el contrabando de tabaco, el petaqueo es una actividad criminal que supone el primer escalón para entrar a formar parte de las bandas de narcotraficantes. Tanto es así que está creciendo la presencia de menores de edad en este tipo de operaciones. Se trata de toda una tentación para ellos, ya que se gana una gran cantidad de dinero fácilmente.

Los petaqueros utilizan pequeñas embarcaciones de recreo que permanecen la mayor parte del tiempo en alta mar y solo se acercan a la costa para hacer de gasolineras de las narcolanchas. Al principio, eran jóvenes quienes realizaban estas operaciones, pero se han formalizado ya organizaciones conexas con el narco que logran grandes beneficios con un mínimo riesgo.

Esta actividad también ha provocado que muchos de los que se dedicaban al narco en el sur de España se hayan pasado al petaqueo, dado que obtienen unas ganancias similares y sus acciones delictivas no pasan de simples infracciones penales, sin mayores consecuencias.

El suministro de gasolina a las narcolanchas solo está castigado como infracción administrativa. Por ello, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) considera necesario castigar este tipo de actividades como delito de narcotráfico y no como una simple falta administrativa, además de legislatura en el mismo sentido que cuando en 2018 se prohibió las embarcaciones neumáticas y semirrígidas de alta velocidad usadas por los narcos.