Garrafas de gasolina incautadas por la Guardia Civil en el caño de Sancti Petri, en Chiclana

La violencia fue tal que uno de los agentes acabó en el suelo debido a las agresiones sufridasGC

'Petaqueo'

Violenta agresión a dos guardias civiles durante la detención de un ‘petaquero’

Los hechos tuvieron lugar en el estero de Santa Catalina, de Chiclana de la Frontera

Dos agentes del Instituto Armado acudieron tras un aviso hasta la zona del estero de Santa Catalina con el fin de detener el trasvase de combustible desde una furgoneta hacia una narcolancha. En la operación, los efectivos de Seguridad Ciudadana fueron golpeados y pateados por un sujeto que intentaba huir.

El mundo del narco campa a sus anchas por las costas gaditanas. Tanto es así que ya casi no se esconden para llevar a cabo ciertas labores que son necesarias para que los portes de sustancias puedan realizarse con éxito.

El afán por cumplir los objetivos marcados es tal que la violencia, cada vez más, es un recurso del que echan mano los involucrados en el narcotráfico para llevar a término sus operaciones. Un ejemplo de ello fue el episodio vivido la pasada semana en Chiclana de la Frontera a plena luz del día.

Varios agentes tuvieron conocimiento de que unos sujetos estaban descargando desde una furgoneta numerosos bidones de carburante directamente a una semirrígida que estaba atracada en el estero de Santa Catalina. Cuando fueron conscientes de esta cuestión, emprendieron la marcha hacia el lugar.

En el momento en el que los agentes estaban cerca de la zona, la furgoneta ya había quedado vacía y los ocupantes estaban huyendo del lugar lo más rápido posible. Fue en los caminos del recinto cuando la Benemérita detuvo al automóvil. Le dio el alto para que este parara, pero el conductor no bajó del vehículo y tuvo que ser sacado a la fuerza.

Una vez fuera del automóvil, intentó escapar varias veces, siendo retenido por los guardias civiles. Esos instantes fueron de absoluta crudeza para los efectivos, ya que recibieron multitud de puñetazos y patadas por parte del sujeto en su ímpetu por huir. La violencia fue tal que uno de los agentes acabó en el suelo debido a las agresiones sufridas.

Los golpes fueron aumentando hasta que uno de los patrulleros usó su espray de defensa para paralizar al 'petaquero'. Finalmente, el sujeto, que ya poseía antecedentes por agresiones a otros efectivos, quedó detenido por atentado a agentes de la autoridad y tenencia de sustancias inflamables.

En la misma operación, la Guardia Civil detuvo a otro hombre que estaba escondido y que había formado parte del trasvase de petacas de combustible. Asimismo, requisaron alrededor de quince garrafas y el coche empleado en la maniobra. Los otros implicados en la intervención consiguieron serpentear a la ley.

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