Un agente de Policía Nacional, en una imagen de archivo

Tres denuncias de ciudadanos anónimos pusieron a la organización criminal en el punto de mira de la PolicíaPolicía Nacional

Málaga

11 mujeres liberadas tras caer una de las mayores redes de explotación sexual en pisos de citas en Málaga

Más de 500 mujeres de origen hispanoamericano habrían sido explotadas sólo en los meses en los que se ha desarrollado la investigación policial

La Policía Nacional ha desarticulado una de las mayores organizaciones criminales de España dedicadas a la explotación sexual de mujeres en pisos de citas. 11 mujeres han sido liberadas y 25 personas han sido detenidas, ocho de ellas ya están en prisión, como supuestos miembros de un gran entramado criminal cuyo beneficio anual habría superado el millón y medio de euros y la cifra de mujeres explotadas y prostituidas por la organización superaría las 500 sólo en los meses que ha durado la investigación.

El operativo policial arrancó gracias a tres denuncias recibidas en el teléfono gratuito facilitado por la Policía Nacional dentro de su Plan contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. Este 900 10 50 90, además del correo electrónico trata@policia.es, es un servicio totalmente anónimo y busca la colaboración ciudadana para acabar con este tipo de delitos.

Tras la información recibida por los agentes, se pudo dar cuenta de una organización perfectamente asentada y establecida en la ciudad de Málaga que se dedicaba a prostituir y explotar sexualmente a mujeres hispanoamericanas, principalmente procedentes de Colombia, en cuatro pisos prostíbulo ubicados en la capital.

La organización del entramado, con un gran número de miembros, estaba perfectamente estructurada. Captaban a sus víctimas en su país de origen, ofreciéndoles un supuesto puesto de trabajo en España en centros de belleza de la organización. Una vez en nuestro país, las mujeres caían en manos de sus explotadores al haber contraído una presunta deuda por los gastos del viaje que debían pagar ejerciendo la prostitución; deuda que jamás llegaba a ser saldada, puesto que se iba incrementando con supuestas sanciones injustificadas.

Las mujeres debían trabajar 24 horas al día, siete días a la semana, sin poder rechazar a ningún cliente y sin utilizar ningún tipo de protección, siendo observadas y controladas en todo momento por cámaras de seguridad. Muchas de ellas contrajeron enfermedades de transmisión sexual, motivo que no impidió que siguieran ejerciendo la prostitución. Únicamente podían abandonar el piso dos horas al día y autorizadas por una encargada.

Este entramado, además, distribuía sustancias estupefacientes en los diferentes pisos de citas, obligando a las mujeres a consumirlas y a fomentar su uso entre los clientes con el objetivo de que los servicios duraran más tiempo y los beneficios fueran aún mayores.

Tras la desarticulación de la red, se han realizado siete registros domiciliarios en los que se ha intervenido 145.338 euros en metálico, 1,2 kilos de cocaína y diversas sustancias de corte y útiles para su pesaje, además de clausurarse los cuatro pisos prostíbulo por orden judicial y procederse al bloqueo de 13 cuentas bancarias con un saldo total de 18.116 euros y prohibirse también la disposición de distintos bienes por un valor de 130.0000 euros.

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