El recinto cerró en 2020 y, desde entonces, muchos intrusos han querido colarse en sus instalaciones

El recinto cerró en 2020 y, desde entonces, muchos intrusos han querido colarse en sus instalacionesEuropa Press

Málaga

Cinco menores se cuelan en el parque de atracciones Tivoli World, cerrado al público hace cuatro años

La Policía Nacional identificó a los jóvenes, todos menores de 15 años que fueron reprendidos por el padre de uno de ellos tras acudir a las puertas del parque

El mítico parque de atracciones Tivoli World de Benalmádena cerró sus puertas al público en septiembre de 2020 como consecuencia de un concurso de acreedores por deudas de 11 millones de euros. Tras más de 40 años en funcionamiento y 35 millones de visitantes, los extrabajadores de este icono de la Costa del Sol continúan albergando la esperanza de que la situación se resuelva para volver a abrir en un futuro no muy lejano. Por ello, a día de hoy, se siguen turnando jornadas de guardia voluntaria para mantener y vigilar las instalaciones, protegiéndolas del paso del tiempo y de posibles intrusos.

En la tarde del pasado jueves, saltaron todas las alarmas. Hacia las 18:45 horas, cinco jóvenes fueron detectados por el sistema de videovigilancia instalado por los extrabajadores. Los tres vigilantes que estaban de guardia se organizaron rápidamente para detener a los intrusos y se dividieron para cubrir las posibles rutas de escape, temiendo que los chicos huyeran precipitadamente y pusieran en peligro su integridad física.

Tras la rápida incursión, el grupo de jóvenes se separó, moviéndose por diferentes zonas del recinto para tratar de despistar a los vigilantes, pero no lo consiguieron. Uno de los jóvenes logró escapar saltando hacia el exterior, pero el resto fueron localizados y retenidos por los extrabajadores, que los acompañaron a la puerta del parque.

Dos patrullas de la Policía Nacional los esperaban en la entrada, tras la llamada de alerta realizada por los guardas. En la puerta del recinto procedieron a la identificación de los intrusos, todos ellos menores de 15 años y procedentes de Málaga. Los vigilantes solicitaron a los chicos que borraran cualquier contenido multimedia que hubieran captado de las instalaciones sin permiso y llamaran al amigo que había escapado para que también fuese identificado por las autoridades.

Reunidos los cinco en la puerta, los agentes divisaron a un joven de la misma edad en las inmediaciones, que resultó ser otro amigo del grupo que había decidido no acceder ilegalmente al parque. El padre de uno de ellos llegó durante el momento del registro y reprendió a los jóvenes, no sólo por irrumpir ilegalmente en una propiedad privada, sino también por poner en riesgo su integridad física.

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