Un cartel de 'Se Alquila' en Madrid.

Un cartel de 'Se Alquila' en uno de los municipios más cotizados de MálagaEP

Málaga

La oferta de alquiler de habitaciones compartidas se dispara en Málaga y ya alcanza los 400 euros

Por contra, Jaén se ha convertido en la provincia andaluza más económica para alquilar una habitación

A Málaga le está costando caro haberse convertido en la capital tecnológica de Andalucía. Cada vez es más complicado alquilar o adquirir una vivienda en la provincia, por lo que muchos se han visto obligados a volver a compartir piso por los altos precios y la precariedad.

Este verano se ha disparado hasta en un 29 % la oferta de alquiler de habitaciones compartidas en la Costa del Sol. La media por habitación ya supera los 400 euros al mes, es decir, unos 30 euros más que en 2023. Un coste que, en el caso de los estudiantes, difícilmente pueden asumir si no hacen un gran esfuerzo.

Esta situación preocupa mucho a este sector, que el pasado mes de julio convocó una manifestación bajo el lema Málaga para vivir, no para sobrevivir. Entre las principales razones de esta subida se confluyen diferentes realidades como la proliferación de las viviendas turísticas, el interés que suscita este lugar del mundo a los nómadas digitales o la firma de contratos de alquiler al margen de la Ley de Arrendamientos Urbanos.

A nivel nacional, Logroño (155 %), Castellón de la Plana (121 %), Albacete (109 %), Alicante (108 %), Granada (106 %) y Almería (100 %), son las ciudades en las que más se ha incrementado la oferta de habitaciones compartidas, incluso en la mayoría de ellas se ha duplicado. Sin embargo, la capital de la Costa del Sol ha liderado estos meses el alza en los precios por habitación junto Cáceres, Badajoz, Ceuta y Palma.

Por su parte, Jaén es la provincia andaluza más económica para alquilar una habitación. Los inquilinos pagan tan solo 210 euros mensuales en la capital jiennense, una cifra que atrae cada vez a más estudiantes.

El impacto de la oferta se ha visto limitado por una demanda que ha seguido creciendo en paralelo, lo que permite que cada año los precios sigan creciendo. Según el último informe publicado por la web Idealista, la edad media de las personas que comparten piso en España ha aumentado a los 30 años. Detrás de ahí se esconden distintas razones, pero una de las más repetidas suele ser la precariedad laboral a la que se enfrentan.

Además, al 69 % de los inquilinos le es indiferente compartir con estudiantes o personas trabajadoras, el 23 % de las ofertas de habitaciones son solo para personas que tengan un contrato vigente y el 8 % para estudiantes, los fumadores solo son admitidos en el 16 % de las viviendas y las mascotas, en el 4 %.

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