Málaga
La calle Larios pierde uno de sus negocios más emblemáticos tras 41 años endulzando a los malagueños
Todo apunta a que otro grupo empresarial del mismo sector se quedará con el icónico establecimiento, aunque se desconoce la fecha exacta del traspaso
Hace mucho que la malagueña calle Larios empezó a perder su identidad en favor de grandes franquicias internacionales al servicio de los turistas. Pocos negocios de toda la vida, con carácter, personalidad y raíces históricas permanecen en esta arteria comercial. En los próximos meses otra de sus tiendas clásicas por excelencia se sumará a la triste lista de desaparecidos.
La pastelería Lepanto, emblema de la calle Larios desde 1983, bajará para siempre la persiana muy posiblemente antes de que termine 2024, aunque no se conoce la fecha exacta. Tras el cierre de las tiendas de Marbella y Torremolinos, la clausura del local del centro histórico de la capital viene a corroborar los problemas económicos que estaría sufriendo la entidad debido al incremento de las rentas y el descenso de la rentabilidad.
Tal y como adelanta Sur, el grupo reconoce que la pastelería tradicional de alta calidad ha visto caer en picado su demanda en los últimos años, por lo que ha decidido centrarse en la división de catering, muy extendida gracias a la gran cantidad de eventos sociales, culturales y empresariales que se vienen celebrando en los últimos tiempos en la provincia, especialmente en Marbella, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Estepona, Torremolinos y la propia capital, enclaves donde el grupo ya trabaja a pleno rendimiento.
Lepanto abrió su primera tienda en Marbella en el año 1965 de la mano del cántabro Pedro Pablo Hoz Herguedas. Aunque su familia tenía pastelerías en la provincia de Santander, él decidió trasladarse a la Costa del Sol y arrancar su propio negocio tras aprender el oficio familiar.
Sin embargo, y tras décadas despachando exitosamente tartas y bombones, los dulces de Lepanto dejarán paso a los bollos y pasteles de La Canasta, otra empresa malagueña con gran presencia en la capital y que actualmente se encuentra en pleno proceso de expansión. Su fundador, Antonio Cárdenas, cuenta con más de 40 años de experiencia en el sector, por lo que recientemente recibió el premio Andalucía de Hostelería por su amplia y fructífera trayectoria.
Desde Lepanto aseguran que se encuentran negociando el futuro de sus 17 trabajadores, estudiando si los recolocan en otros puestos o si La Canasta los asume. Sin embargo, en declaraciones a Málaga Hoy, el encargado de la cafetería y representante de los trabajadores de hostelería y comercio, José Luis Moreno, ha confesado que se viven momentos de «tensión» entre los empleados y el empresario. Actualmente se encuentran inmersos en un conflicto laboral que podría llevarles a la huelga, alegando «dejadez» por parte de la empresa y «retraso en los pagos de las nóminas».
«Si quieren deshacerse de nosotros, pretendemos conseguir al menos la indemnización que nos corresponde. Quieren, después de llevar trabajando 40 años, solo 20 días por cada uno y, si no lo aceptamos, vamos a juicio», ha asegurado.