Málaga
Villancicos, manteles de tela y menú especial: así se prepara la Nochebuena en un comedor social
El Comedor Santo Domingo, con más de 30 años de antigüedad, no solo se ocupa de ofrecer alimento a los más necesitados, sino también de proporcionarles una ayuda integral
Cada vez está más cerca la cena de Nochebuena y muchas familias se encuentran inmersas en los preparativos: el menú, las compras, los regalos, los invitados de última hora… Pero, además de todos aquellos hogares en los que, afortunadamente, se cuenta con trabajo, estabilidad y seres queridos con los que compartir estas fechas, lo cierto es que hay muchos lugares en los que, aquellos que no tienen nada o lo han perdido todo, también necesitan vivir la Navidad. El Comedor Santo Domingo, en la malagueña calle Pulidero, es uno de ellos.
Esta organización sin ánimo de lucro cuenta con cerca de 40 años de experiencia en trabajo con personas en situación de extrema vulnerabilidad. Tal y como cuenta su director, Damián Lampérez, arrancó siendo un simple comedor, pero terminó evolucionando hacia un tipo de asociación que realiza un trabajo integral con personas necesitadas, la mayoría de ellas sin hogar o habitando en algún tipo de infravivienda. Se les ofrece, además de alimentación, apoyo psicológico, orientación laboral, formación y acompañamiento para buscar soluciones a su situación o, al menos, una mejora en sus condiciones de vida.
Con diez trabajadores y 80 voluntarios en su plantilla, el Comedor atiende actualmente a una media de 100 personas al día, la mitad de ellas de nacionalidad española, aunque en épocas muy sensibles, como durante la pandemia, llegaron a acoger a más de 200. A pesar de que la mayor parte de ellas son personas en situación de calle, a día de hoy prestan su apoyo de manera especial a seis familias que cuentan con un domicilio e hijos a su cargo, a los que atienden directamente en sus hogares.
Los dos momentos fuertes de su día a día son el desayuno y la comida. Los voluntarios y trabajadores, entre los que se encuentra una cocinera y un pinche, ofrecen a las 09:30 de la mañana un desayuno completo, con café con leche, cacao o infusión, acompañado de algún dulce y una tostada con mantequilla, mermelada, aceite o paté. En la hora de la comida se prepara cada día un menú diferente, tratando de que sea sano, equilibrado y con productos frescos y de calidad, siempre dentro de las posibilidades de la asociación.
El resto de la jornada, comprendida entre las 08:00 y las 15:00 horas, los usuarios del centro acuden a citas con la psicóloga, a algún taller de formación o a buscar acompañamiento para acudir al banco o al médico o a realizar cualquier tipo de gestión para la que necesitan ayuda.
La única noche del año
La cena se reparte en bolsas después del almuerzo, que ya cada uno consume por su cuenta. Sin embargo, en Nochebuena se hace una excepción. La noche del 24 de diciembre es la única que se abre el comedor para que nadie se encuentre solo ni desatendido en un momento donde a todos nos gusta sentirnos acompañados.
Así, durante esa noche, suenan villancicos, el comedor se decora, las mesas se visten con manteles de tela, con centros navideños y con una vajilla y una cubertería especiales, como sucede en cualquiera de nuestras casas. Los comensales no pasan por las mesas calientes con bandejas para que les sirvan la comida como suelen hacer a diario, sino que les sirven en la mesa de manera individual. El menú, como no podía ser de otra manera, es muy diferente al habitual. Canapés, un poco de marisco, embutidos ibéricos y un plato principal, que el Hotel NH se encarga de prepararles. En definitiva, una cena lo más parecida posible a la de cualquier familia de clase media de la ciudad en un día tan señalado.
Las celebraciones navideñas no acaban aquí. El Día de Reyes se encargan también de que cada persona que acude al Comedor tenga su pequeño regalo, normalmente una prenda de abrigo, como una sudadera, unos guantes o un gorro, y algún utensilio de higiene personal. Por supuesto, a las familias con hijos les dedican un poco más de atención en esta jornada tan bonita para los niños, a los que se les preparan regalos y juguetes en función de su edad y sus necesidades.
Aunque el Comedor de Santo Domingo cuenta con 900 socios y ayuda de entidades como Mapfre, La Caixa o Clínica Baviera, además de las subvenciones del Ayuntamiento de Málaga y de la Junta de Andalucía, Damián Lampérez asegura que viven en continua campaña de captación de socios y cualquier donativo espontáneo, ya sea a través de transferencia bancaria, Bizum o donando alimentos, es más que bienvenido.