El alcalde de Estepona, citado ante el juez por presunta malversación derivada de la denuncia por acoso sexual

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Estepona ha citado al alcalde de la localidad malagueña, José María García Urbano, a declarar el próximo 13 de enero en calidad de investigado en una nueva causa por un presunto delito de malversación derivado de la denuncia por supuesto acoso sexual interpuesta por un policía local.

Según ha adelantado Europa Press, la nueva causa está relacionada con la contratación de la pareja del agente denunciante como cargo de confianza del Ayuntamiento. Esta información fue facilitada por la propia pareja al declarar como testigo en la causa original, al respecto de la cual la defensa de García Urbano ha entregado en el juzgado toda la documentación requerida que corrobora, en palabras de sus abogados, «que no existe ningún delito ni irregularidad en ninguna de las contrataciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento».

Asimismo, el regidor va a solicitar, a través de sus abogados, el archivo de todas las diligencias al tratarse «de una denuncia falsa y sin fundamento».

Desde que se presentó la primera demanda por acoso sexual, el entorno de García Urbano ha mantenido su versión de que se trata de «una inadmisible e injusta campaña para dañar la dignidad personal y la trayectoria del alcalde y del cargo que desempeña con una única y clara finalidad espuria». Por ello, siempre se ha mostrado deseoso de colaborar con la Justicia, declaró ante el juez de manera voluntaria y afirmó sentirse «víctima de una denuncia falsa».

Por su parte, el demandante, que protagonizó un delicado episodio en Puerto Banús cuando fue reprendido por la Policía Local de Marbella por entrar en un aparcamiento privado con su vehículo particular, mostrar su identificación a modo de excusa y defecar en la vía pública, sostuvo en sus declaraciones ante el juez que había sido víctima de varios episodios de abusos sexuales, asegurando que «no le quedó otra salida que acceder a las pretensiones sexuales del alcalde» al sentir la estabilidad de su empleo «amenazado».

Además, la presunta víctima, que se encuentra de baja psicológica, afirmó que el alcalde contactaba a diario con él y mostraba una «intención libidinosa».

La causa original continúa abierta tras la declaración del propio alcalde, de la presunta víctima y de varios testigos.