Sevilla
Documentado el vino más antiguo del mundo, con 2.000 años, en una tumba romana de Carmona
La tumba, que estaba perfectamente sellada, ha permitido que el vino mantuviera su estado natural
La tradición milenaria de Andalucía para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos de prestigio cuenta desde ahora con un punto de partida nuevo, tras haber quedado acreditado que en Carmona (Sevilla), lo que sería el corazón de la antigua Bética, ha aparecido el vino más antiguo del mundo con 2.000 años de antigüedad.
Un equipo de arqueólogos del Ayuntamiento y la Universidad de Córdoba, en el marco de una investigación de una tumba romana hallada en una casa del pueblo en 2019, han descubierto un tipo de vino blanco, que con el tiempo ha adquirido un tono rojizo, y se ha conservado desde el siglo I después de Cristo.
La tumba, que estaba perfectamente sellada, ha permitido que el vino mantuviera su estado natural. Los investigadores recurrieron a los análisis químicos para acreditar que ese líquido rojizo era efectivamente vino.
Tras las comprobaciones necesarias, ha quedado identificado como el vino líquido de mayor antigüedad descubierto hasta la fecha, sustituyendo de esta manera a la botella de Speyer, fechada en el siglo IV d.C y descubierta en 1867.
La clave para la identificación la dieron los polifenoles, unos biomarcadores presentes en todos los caldos. El trabajo concluyó que había hasta siete polifenoles concretos que suelen estar presentes en los vinos de Montilla, Jerez o Sanlúcar. Las sales minerales presentes en el líquido tienen concordancia con los vinos blancos que actualmente se producen en el territorio que perteneció a la antigua provincia Bética, sobre todo con los de Montilla.
Descubrimiento de una tumba
En 2019 se produjo el descubrimiento de una tumba romana en Carmona que constaba de seis urnas funerarias. Los restos óseos de uno de los hombres se sumergieron en un líquido dentro de una urna de vidrio, que es lo que ha acabado acreditándose como el mencionado vino.
Los investigadores creen que el hecho de que el vino cubriera restos óseos de un hombre explica la creencia de que las mujeres en la antigua Roma tenían prohibido probar este tipo de caldos alcohólicos, por lo que las urnas ahora descubiertas reflejan la división por géneros de la sociedad romana, también a la hora de llevar a cabo los rituales funerarios.
La conclusión es que dicho vino formaba parte de los objetos que acompañaban al difunto en el tránsito hacia la otra vida, así como otros elementos propios como anillos o un perfume.
Esta tumba estaba situada junto a la importante vía que comunicó Carmona con Hispalis, la actual Sevilla.