Foto de familia, con el alcalde en el centro, en el Alcázar, con motivo del balance de la Bienal.

Foto de familia, con el alcalde en el centro, en el Alcázar, con motivo del balance de la Bienal.Europa Press

Sevilla

La Bienal alcanza la mayor recaudación de su historia con un millón de euros y casi 40.000 espectadores

39 de las 64 funciones programadas agotaron las localidades disponibles

La Bienal de Flamenco de Sevilla ha alcanzado en su XXIII edición «la mejor recaudación de su historia», con algo más de un millón de euros, en concreto, 1.008.701 euros, a lo largo de sus 25 días de duración, con un total de 39.900 espectadores y 64 funciones programadas –de los que 39 tuvieron localidades agotadas–, lo que ha supuesto una ocupación media de más de un 90 %. Este año se han celebrado en el Teatro de la Maestranza, el Alcázar, el Auditorio Cartuja, el Monasterio de la Cartuja, el Teatro Central, el Espacio Turina, el Teatro Alameda, el Muelle Camaronero, la iglesia de San Luis de los Franceses y CaixaForum.

Pero, además, desde el pasado 3 de septiembre, La Bienal ha inundado las calles de la ciudad con una programación de actividades paralelas que ha complementado los espectáculos principales. Bajo el nombre 'Otros Oles', estas actividades han acercado el flamenco a todos los rincones de Sevilla, desde sus barrios históricos hasta las periferias, con cine, literatura, música en vivo, y espectáculos al aire libre, con unos 100.000 asistentes, según el balance ofrecido este martes .

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha calificado la edición de «éxito rotundo» y ha añadido que las cifras que arroja «son espectaculares». «Hemos celebrado la mejor Bienal de la historia y hemos vuelto a colocar a Sevilla y al flamenco en el sitio que merecen», ha afirmado, al tiempo que ha destacado que «con todo ello, solo puedo decir que el lema elegido para acompañar la celebración de la XXIII Bienal de Flamenco, 'Ole de nuevo', no ha podido estar más acertado».

Muchos estrenos

En esta edición han destacado 30 citas denominadas 'Noches únicas', hechas exclusivamente para La Bienal. Además, se han presentado 17 estrenos absolutos que podrán ser llevados a otros escenarios y en otros momentos. El público ha podido disfrutar de 47 nuevas producciones que han visto la luz por primera vez en esta edición en la decena de espacios escénicos que han acogido los espectáculos.

En el Teatro de la Maestranza se ha sucedido una decena de grandes producciones, comenzando por el espectáculo de inauguración en recuerdo a Paco de Lucía, que contó con figuras de la talla de Tomatito, Miguel Poveda, Israel Fernández, Aurora Vargas, Farruquito o Diego del Morao, entre otros. Pero, además, por sus tablas han pasado en estas semanas Manuel Liñán, Arcángel, el Ballet Flamenco de Andalucía, Eva Yerbabuena, Farruquito, Manuela Carrasco, Argentina e Israel Galván que, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, puso el broche el pasado sábado con 'Carmen'.

Sin duda, el cante ha sido la «gran apuesta» de esta edición. Como expresión artística más genuina, La Bienal ha reunido a varias generaciones de grandes intérpretes, muchos de los cuales se han dado cita en el Auditorio Cartuja. Es el caso de Pedro El Granaíno, Rafael de Utrera, José Valencia, Esperanza Fernández, María Terremoto y Jesús Méndez; un plantel de grandes voces que fue coronado con la fiesta musical dirigida por Sergio de Lope y Chico Pérez, al frente de la Big Band del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo de Sevilla.

El cante también ha estado muy presente en el Alcázar; espacio que abrió Aurora Vargas, a la que siguieron el elenco formado por José de la Tomasa, Calixto Sánchez, Marcelo Sousa, Romerito de Jerez y Nano de Jerez. También hicieron únicas las noches del Alcázar el trío formado por Pedro Ricardo Miño, Inés Bacán y La Macanita o el compuesto por El Pele, Antonio Canales y José Antonio Rodríguez. Y ese fue el escenario del esperado regreso de las sevillanas a La Bienal, con Salmarina, María de la Colina, Juan Rafael y José Luis Pérez Vera, y Beatriz Romero.

El cierre a la programación de este espacio lo puso el maestro Rafael Riqueni y lo hizo precedido de la joven promesa alicantina Alejandro Hurtado. No obstante, el templo de las seis cuerdas en La Bienal ha sido el Espacio Turina, cuya programación ha contemplado la guitarra de concierto, pero también la de acompañamiento. Manolo Franco, Paco Jarana y Rafael Rodríguez junto al cantaor Segundo Falcón, Pedro Sierra, José del Tomate y Joni Jiménez acompañando la voz de Ismael de la Rosa 'El Bola', Miguel Ángel Cortés y José María Gallardo, David de Arahal, Juan Carlos Romero, Manuel Valencia y el dúo formado por Rycardo Moreno y Niño Josele han pasado por este enclave.

Además de los guitarristas, en esta Bienal han tenido una destacada presencia otros instrumentistas, es el caso de Sergio de Lope y Chico Pérez, pero también el de Dorantes, que, por primera vez en su trayectoria, ha tocado el clave para recuperar desde el flamenco piezas del Barroco de Scarlatti. Un recital del que se ofrecieron dos pases con las localidades agotadas en la iglesia de San Luis de los Franceses.

En el apartado de baile, el Teatro Central ha acogido los espectáculos de Andrés Marín y Ana Morales, Florencia Oz o Mercedes de Córdoba. En el caso de las propuestas de Paula Comitre y Rafaela Carrasco, ya estrenadas fuera de nuestras fronteras, debutaban en territorio español. Y completaron la programación en el Central los trabajos de Úrsula López, Joaquín Grilo y Javier Barón con Rosario Toledo.

Y el Muelle Camaronero fue el punto de partida de viajes a los territorios jondos de Extremadura, Sevilla y Triana, y Jerez con tres noches dedicadas a cada uno de ellos. El público asistente realizó una travesía por tierras extremeñas de la mano de Guadiana, Juanfra Carrasco, Miguel Vargas y Juan Vargas: mientras que Gualberto y Ricardo Miño tendieron un puente entre Sevilla y Triana; y Juana la del Pipa, Ezequiel Benítez, David Carpio, Manuel Monge y Manuel Valencia mostraron cómo se vive y se siente el flamenco en Jerez.

Además de los instantes vividos en los espacios escénicos, La Bienal ha rendido homenaje a una de las figuras más influyentes del cante flamenco contemporáneo: José de la Tomasa, que ha recibido el II Giraldillo Internacional de Flamenco 'Ciudad de Sevilla' en reconocimiento a sus más de 50 años de trayectoria dedicados al cante y la formación de nuevas generaciones.

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