
Hachís intervenido en la operación contra la banda de 'El Tarta'
Sevilla
La impunidad del narco en España: El Tarta sale en libertad al pagar 30.000 euros de fianza
La Guardia Civil incautó 452 kilos de hachís, 22.406 litros de gasolina y tres narcolanchas, entre otros efectos, en la operación contra la banda de El Tarta
La Guardia Civil dio por desarticulada la semana pasada a la banda de El Tarta, dedicada a la introducción a gran escala de hachís procedente de Marruecos a través del río Guadalquivir, con la detención de 23 personas, entre ellas su líder, que pasó a disposición del juzgado de Lebrija (Sevilla) y, según ha podido saber El Debate, ahora ha sido puesto en libertad bajo fianza de 30.000 euros.
Según el juez, no existen indicios suficientes para adoptar la medida privativa de libertad contra ninguno de los 23 detenidos, pese a que en la operación de la Guardia Civil se incautaron 452 kilos de hachís y 22.406 litros de gasolina y se recuperaron dos vehículos robados que utilizaban para el transporte de la droga.
También se intervinieron tres narcolanchas con un motor de 300 caballos de potencia cada una, 54.840 euros en efectivo y gran cantidad de material electrónico e informático, tales como dispositivos de geolocalización, cámaras de seguridad, teléfono satelital y GPS náutico.
El Tarta se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y tenencia de combustibles por encima del rango autorizado.La operación se inició en abril del pasado año, cuando los agentes detectaron a una organización que se dedicaba al robo y uso de vehículos de alta gama que preparaban para transportar droga desde la localidad de Lebrija a las proximidades del río Guadalquivir.
Además, descubrieron las parcelas logísticas de la organización desde donde planificaban los alijos, ocultaban los vehículos y almacenaban provisionalmente la droga para su posterior transporte.
La organización criminal estaba perfectamente jerarquizada, y cada miembro ejecutaba un rol establecido dentro de ella. Disponían de gran capacidad logística, ya que contaban con zulos para el almacenaje de la droga; así como de garrafas de gasolina para suministrar a las narcolanchas en el río Guadalquivir.
La operación fue llevada a cabo por agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Algeciras, en coordinación con el CRAIN de la Zona de Andalucía, cuyo trabajo no ha sido suficiente para que estos narcotraficantes estén ahora mismo entre rejas. Esta situación aviva la sensación de impunidad de las mafias de la droga en España.