Casa Real Sánchez deja solo al Rey en una Cumbre Iberoamericana a la que solo asisten dos jefes de Estado
Únicamente están Don Felipe y el presidente de Portugal, además del anfitrión
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó ayer, miércoles, a las 11 horas a Madrid procedente de Azerbaiyán, donde asistió a la Cumbre del Clima, pero no ha querido acompañar al Rey a la Cumbre Iberoamericana, que este año se celebra en la ciudad ecuatoriana de Cuenca.
Sánchez ya anunció hace días que no viajaría con Don Felipe a Ecuador a una cumbre que más bien parece un encuentro bilateral entre los dos únicos jefes de Estado que han viajado hasta Ecuador: el Rey y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Ellos serán finalmente los dos únicos jefes de Estado que asistan a la Cumbre Iberoamericana, además del presidente anfitrión, Daniel Noboa.
Nunca en la historia una Cumbre Iberoamericana había vivido un fracaso de convocatoria tan rotundo como esta edición. De los 22 jefes de Estado y de Gobierno invitados, solo asisten cuatro, porque también estará el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot.
Bajas de última hora
Inicialmente también habían confirmado su asistencia los presidentes de Argentina, Javier Milei; Paraguay, Santiago Peña, y República Dominicana, Luis Abinader. Pero los tres han cancelado en los últimos días. Se da la circunstancia de que Abinader fue el anfitrión de la cumbre anterior.
La ausencia de Sánchez en esta Cumbre Iberoamericana se hace más llamativa aún porque España recogerá este viernes el testigo para acoger la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en 2026. Dicho testigo lo recogerá el Rey, que ha viajado a Ecuador con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
Disputas entre los países
Tradicionalmente, España ha dedicado grandes esfuerzos para que las Cumbres Iberoamericanas fueran un éxito. Con es fin, políticos y diplomáticos realizaban gestiones a todos los niveles para mantener este foro de diálogo y buenas relaciones. Sin embargo, hace años que el Gobierno de España perdió el liderazgo que mantenía en Hispanoamérica.
A la reducida influencia de España se suman los enfrentamientos que mantienen varios países iberoamericanos entre sí y, en particular, con el presidente de Ecuador, quien hizo en público comentarios despectivos de varios jefes de Estado vecinos. Estas disputas han provocado que algunos países no envíen ni siquiera representantes de bajo rango a la cumbre.