Entrevista
Eva Parera (Valents): «Barcelona es la capital del porro»
La presidenta de Valents y candidata a la alcaldía de Barcelona lamenta que desde el ayuntamiento se esté fomentando la okupación o haga seguidismo de la Generalitat subiendo tasas e impuestos
Eva Parera (Barcelona, 1973) es la candidata de Valents a la alcaldía de Barcelona. Es en el Ayuntamiento de la capital catalana donde centra ahora todos sus esfuerzos, después de renunciar a su escaño en el Parlament (se había presentado como independiente por el PP). Asegura que Valents ofrece algo diferente porque es un partido constitucionalista que no quiere ir más allá del ámbito de Cataluña y que no quiere, por lo tanto, que los catalanes sean moneda de cambio para otras aspiraciones en Madrid.
–¿Cuál es el proyecto de Valents? ¿Qué ofrecen diferente para que la gente decida apostar por este partido?
–El proyecto es simple. Viene a ocupar un espacio que estaba totalmente vacío, el de un partido catalán que quiere gestionar las administraciones en Cataluña, que no tiene voluntad de expandirse fuera de Cataluña y que no sea independentista. Y esto ahora actualmente no existe. Venimos a ocupar un espacio que es necesario para que las decisiones relativas a Cataluña no acaben dependiendo de las aspiraciones para llegar a la Moncloa, o de elecciones en otras comunidades autónomas o de decisiones tomadas desde un despacho en Madrid. Queremos volver a ilusionar a mucha gente, a casi 770.000 votantes que en las últimas autonómicas se quedaron en casa porque no encontraron ni opción política que le representara, ni motivación para ir a votar.
–¿Y qué impacto puede tener esto en el electorado, con tantas formaciones constitucionalistas? ¿No se fragmenta más?
–El electorado cuando aparece Valents está hiperfragmentado en el sector constitucionalista. Ciutadans pierde más de 800.000 votantes; PP, 70.000; Vox gana unos pocos, y luego hay un gran vacío de gente que se ha quedado en casa. Así que, más fragmentado, es imposible. Lo que hay que conseguir es que la gran mayoría del votante constitucionalista, que es el que no ha votado, salga a votar. Si somos capaces de transmitir ilusión en un proyecto que la gente ve útil para gestionar el día a día, esa unión va a venir sola desde la base del electorado. Las otras formaciones políticas si están para otras cosas, para peleas internas, cuando salgan de ellas, ya decidirán qué quieren hacer.
Venimos a ocupar un espacio que es necesario para que las decisiones relativas a Cataluña no acaben dependiendo de las aspiraciones para llegar a la Moncloa
–¿También con VOX?
–El llamamiento es a todos los constitucionalistas, desde el PSC a Vox pasando por Ciutadans y PP. Estamos en las antípodas de Vox en muchísimas cosas. Por ejemplo, Vox es antieuropeísta, nosotros no. O quiere acabar con el estado de las autonomías. Nosotros, no. Queremos gobernar una comunidad autónoma. Pero al final, hablamos de elecciones municipales, con un programa para los municipios. Nosotros tenemos diez puntos claros, que es lo que define a Valents y lo que quiere aportar. Quien se vea capaz de encajar en esos puntos será bienvenido.
–¿Y cuáles son esos puntos? ¿Qué puede hacer de Valents una alternativa a Colau que quizás el electorado pueda ver ahora en ERC?
–Para nada. Ernest Maragall no es una alternativa a Colau. Es un socio necesario. La ciudad de Barcelona está gobernada por un tripartito que lo conforma mayoritariamente Colau y ERC, y que tiene en el PSC un socio minoritario, porque tiene menos concejales. Y este es el tripartito que gobierna y está destrozando la ciudad. ¿Alternativa a esto? Sólo estamos nosotros, porque lo que estamos viendo en los últimos plenos es que la oposición ni está, ni se le espera. Hay que ser muy conscientes que ERC y Colau van a intentar hacer un pacto, que puede aparecer la CUP, y todo esto puede estar aún mucho peor, aunque creamos que es imposible estarlo. Por eso hay que trabajar intensamente, y es lo que intentamos ante un Ciutadans en vías de extinción y un PP que, en el Ayuntamiento de Barcelona, está débil.
–¿Cuál es esa propuesta de Valents?
–Resumido: se trata de coger el programa de Colau y hacer todo lo contrario. Pero más allá de la broma, la propuesta que tenemos para Barcelona va en clave de seguridad. Una de las principales, por no decir la principal preocupación de los barceloneses, es la inseguridad. Hemos pedido más efectivos en las calles, más patrullaje y más comisarías, sobre todo nocturnas, y patrullaje en la zona del metro, donde más incidentes se producen. Es indispensable devolver la autoridad a las fuerzas y cuerpos de seguridad. La segunda clave es luchar contra las ocupaciones ilegales. Hay un problema evidente de vivienda en la ciudad, que no se soluciona alentando a la ocupación ilegal de inmuebles propiedad de otras personas o entidades. Eso es una barbaridad.
–¿Y desde el punto de vista económico?
–Otro eje importante es crecer, hacer la ciudad más grande y abierta. Y todo ello, frente a un gobierno que se opone a que sus infraestructuras crezcan, como ha pasado en el aeropuerto del Prat. Bienvenido el turismo. Ahora estamos en una política en la que no es bienvenido. Y sobre todo, ser capaces de devolver la política del 'sí' a la inversión y a la emprendeduría. Hoy todo es 'no', burocracias y trabas. No puede ser. Cuando alguien quiera abrir un negocio lo tiene que hacer en 48 horas, y luego la administración ya supervisará y ayudará.
–Ha vuelto la llamada 'turismofobia'. Desde que se ha recuperado tras la pandemia, se van lanzando mensajes contra el turismo, como restringir el acceso a Ciutat Vella, o a los cruceros. Y Barcelona, al fin y al cabo, depende de ello.
–Totalmente. El turismo representa para Barcelona el 15% del PIB de la ciudad. Los mensajes que se lanzan es que el turista es una plaga, que no es bienvenido y que sólo viene a destrozarnos la ciudad, cuando es todo lo contrario. Desde ERC sólo se lanzan propuestas para limitar el número de turistas, que no sé cómo pretenden hacerlo. Es lo mismo que decir: no queremos la ampliación del aeropuerto porque no queremos ser un hub internacional. Esto tiene que cambiar.
Cuando dices que quieres un turismo de calidad, esto es un mensaje populista de manual. Evidentemente, todo el mundo lo quiere. Pero cuando tu mensaje es éste y tu acción es: no dejo que el Four Seasons se instale aquí y se va a Madrid; no permito que el Hyatt se instale aquí; no permito la ampliación de los hoteles que existen, no permito la ampliación del aeropuerto, o que llegue el Hermitage, te das cuenta de que no quieren un turismo de calidad. Que alguien me explique si el Four Seasons no atrae turismo de calidad. Los mensajes son contradictorios.
–¿Cómo definiría el tipo de turismo que hay en Barcelona?
–Ahora en la ciudad tenemos un turismo de poca calidad, es un turismo de marihuana. Somos la capital del porro, pero real, no es un invento nuestro. Somos quien más centros de cannabis tiene, y esto atrae a mafias, a turistas que vienen a consumir marihuana. Esto no es turismo de calidad, ni el que queremos. Hay que apostar por otro tipo de políticas y, por ejemplo, eliminar la 'sobretasa' turística. Es una barbaridad que en plena pandemia, y cuando el sector turístico está agonizando, que, aparte de la tasa turística, como Barcelona, añadamos otra más. Lanzamos un mensaje equivocado. Parece que estamos diciendo: oiga, es mejor que se vaya a París, Madrid o Málaga, y no venga a Barcelona.
–Y políticas 'anticruceros'. La última propuesta de Colau es limitar a tres los cruceros que cada día pasen por el Puerto.
–Ellos consideran que el turista de crucero no pernocta aquí y es un problema porque pasa el día en la ciudad, en grupo, y genera molestias. Yo no estoy de acuerdo. Una ciudad como Barcelona es importante que tenga un puerto de cruceros importante. El puerto debería apostar por la electrificación, ya se están haciendo esfuerzos, se están tomando medidas. Y muchas compañías electrifican también sus barcos. Lo que hay que hacer no es prohibirlos, sino trabajar con puerto y compañías para convencerles de que aquí tienen un buen sistema de conexión eléctrica para atracar en Barcelona, y sean menos contaminantes. Así que bienvenidos los cruceros. Además, hay mucho negocio alrededor de ellos.
–El turismo es un problema para Colau, y luego está la movilidad en la ciudad.
–Esto ya es el máximo del despropósito. Es un tema preocupante. Toda la política urbanística de este gobierno es un tema difícil de solucionar porque han acelerado todas las reformas para que lleguemos el año que viene, el de las elecciones, y sea prácticamente imposible pararlas. Ya no hablamos de revertirlas. Son medidas poco pensadas y nada consensuadas, ni con la oposición, ni con los vecinos. Y no afectan sólo a la movilidad, sino también al comercio. Lo veíamos en un informe hecho desde Barcelona Global, que cuantificaba que las retenciones en el túnel de las Glorias podía provocar unos 400 millones de pérdidas sólo al pequeño comercio en un año.
Hay un problema evidente de vivienda en la ciudad, que no se soluciona alentando a la ocupación ilegal de inmuebles propiedad de otras personas o entidades
La conexión del tranvía va a ser algo dramático. Estamos aislando la ciudad del resto del área metropolitana de Barcelona, nos estamos empequeñeciendo cuando alrededor se va creciendo. Y si la gente no viene y no entra a la ciudad para comprar o pasar el día y no consume, estamos quitando la vida que tenía Barcelona. La estamos empobreciendo, directamente. Y nos vamos a la miseria.
–Y con algunas de estas medidas se consigue el efecto contrario: mas retenciones, más contaminación.
–Llevamos un año pidiendo que se nos facilite los datos de contaminación. Nos metieron una zona de bajas emisiones argumentando que la contaminación era alta en determinadas zonas y momentos. Y esta reforma urbanística viene sin plan de movilidad, lo que es una irregularidad, y sin los datos de contaminación. Al final lo que haces son calles de primera y de segunda, porque haces una calle que es peatonal, cierto, pero conviertes la siguiente en una calle de segunda porque hay una retención increíble de vehículos, donde todo el mundo está parado y contaminando en esa calle. Nosotros pedimos los datos. Que vuelvan a calcularlos a ver cómo ha funcionado la zona de bajas emisiones y las reformas urbanísticas. Pero es imposible conseguirlos.
No hace falta ser un genio para saber que la contaminación ha aumentado en la ciudad, sin duda. Quieres eliminar el coche, pero no ofreces un plan alternativo. Quien lo usa es porque lo necesita. Cada día medio millón de coches entran en la ciudad por los motivos que sean. Si tienes una familia con tres hijos, que los traes a Barcelona al colegio y vives en Esplugues, no los vas a traer en bici. Los vas a traer probablemente en coche porque el transporte público no funciona. Es simplemente prohibir por prohibir, sin aportar soluciones alternativas.
–La inseguridad es otro de los problemas de la ciudad. Continuamente aparecen noticias de turistas atracados en plena calle. Algunos, conocidos, como el piloto de F1 Sebastian Vettel. Y a todo esto hay que añadir la problemática con la okupación.
–Es que desde al Ayuntamiento se han hecho cursos para explicar cómo okupar una vivienda o cómo pinchar la luz. Esto es demencial, porque es la administración la que está financiando cursos para cometer un delito. Y cuando lo denuncias, te dicen que estás en contra de la libertad de expresión. No. Denuncio un problema grave, como lo es la inseguridad, pero el Ayuntamiento mira hacia otro lado.
Por ejemplo, en el último pleno presentamos una propuesta para erradicar el colectivo de menores no acompañados que no están bajo la tutela de la Generalitat, porque no cumple con sus competencias; que viven en asentamientos ilegales, principalmente en Montjuïc; y que están abocados a delinquir porque no tienen otra manera de vivir. ¡Y no hubo debate!
– ¿Cuál fue esta propuesta?
–Propuse que la Generalitat asumiera su responsabilidad, que el Ayuntamiento pase el censo a la DGAIA y les diga: «señores, tengo a todos estos menores que están malviviendo en la ciudad, están cometiendo delitos y reinciden, pero no les pasa nada porque son menores. ¿Va a asumir la responsabilidad de tutoría de estos menores? Sí o no. ¿Va a responder como le obliga la ley a la responsabilidad pecuniaria de estos delitos? Sí o no». Si la respuesta es sí, perfecto. Los saca de las calles y los reintegra en la sociedad. Si la respuesta es no, que desde la Generalitat les acompañe de vuelta a sus casas, con sus familias, porque un menor tiene que estar tutelado, pero no malviviendo en la calle. Es hablar de menor no acompañado y ya eres fascista, de extrema derecha y de todo. La respuesta es: «esta es su casa». Pero ¿para qué? ¿Para tenerlos abandonados viviendo a la intemperie y delinquiendo? Eso no es acoger. Eso es una vergüenza. Y esto está pasando.
Denuncio un problema grave, como lo es la inseguridad, pero el Ayuntamiento mira hacia otro lado
Sabemos que hay bandas violentas que se han instalado aquí, de marroquíes, que están actuando aquí, que están grabando vídeos presumiendo de ello en Youtube, y no hacemos nada. Esto lo que provoca es efecto llamada. En Barcelona se puede delinquir y, si entras en una comisaría y acusas al mosso de haberte pegado, el ayuntamiento financia con fondos públicos a abogados que te defenderán a ti contra la policía. Es un bucle imparable, a menos que consigamos echar a esta gente de la administración y devolvamos la confianza a las fuerzas de seguridad, que es la única forma de imponer orden en las calles.
–Desde el gremio de hoteles, y también desde otras instituciones y entidades se han quejado de la política del 'no' del Ayuntamiento. Del 'no' a todo.
–Hay un problema generalizado en la política y es el no ser capaz de reconocer que te has equivocado. Y a esto le añades que tenemos una Generalitat con 19 impuestos propios y que va anunciando que va a crear otro más ahora, sobre las colillas en la calle, que no sé cómo van a calcular este impuesto. Estoy fascinada esperando a que me lo expliquen. En lugar de hacer como Madrid y reducirlos, los van subiendo. Y está el Ayuntamiento de Barcelona que no es contrapeso, que hace seguidismo y pone más tasas, más ordenanzas fiscales e impuestos más altos. La última, la de la factura del agua. Tienes el grifo cerrado un mes y te caen 75 euros sólo de impuestos. Eso no ayuda. Al final, si soy inversor o empresa, veo que si en Barcelona tengo 20 tasas más e impuestos más caros, pues me voy a Madrid, donde todo es más fácil.
–Y se pierden oportunidades, como el Hermitage.
–Aquí viene un proyecto privado como éste, y que al Ayuntamiento le cuesta 0 euros, porque es el Puerto el que cede unos terrenos. Te construye un edificio fantástico, te urbaniza la zona, te disgrega un poco la zona de concentración turística. Es inversión privada y te dicen desde el consistorio: «es que no lo vemos claro». ¿Qué es lo que no ves claro? Te responden: «¿Y si no funciona?». Pues será problema del inversor privado, porque si no funciona, el inversor se irá y tú te quedarás con el edificio y la zona urbanizada que a ti te ha costado 0 euros.
¿Dónde está el problema? Es el gobierno, son ellos que tienen 0 mentalidad empresarial, que no saben lo que es generar puestos de trabajo a menos que sea funcionariado a costa de las arcas de la Administración. Mientras se tenga esa mentalidad es difícil que Barcelona sea atractiva para la atracción de empresas e inversiones. Y si aguanta es por la credibilidad de la marca Barcelona, por la ubicación y por el clima. Es una joya lo que tenemos aquí y la estamos destrozando. La tenemos sucia. Es una ciudad comunera, donde las nuevas viviendas que se hacen son al estilo comunero, cocinas y baños compartidos. Desde luego que no es nuestro modelo.
Si soy inversor o empresa, veo que si en Barcelona tengo 20 tasas más e impuestos más caros, me voy a Madrid, donde todo es más fácil
–No saben crear empresas, dice usted, pero se apuntan a la bolsa del trabajo del propio ayuntamiento.
–Esa es la mentalidad. Gente que ha vivido toda la vida del sistema. Cuando estaban fuera de la Administración, por las subvenciones. Y cuando han entrado, quedándose dentro.
–Otro gran tema de actualidad es la sentencia del 25% de castellano. El Govern busca subterfugios para no cumplirla. ¿Qué se puede hacer ante un gobierno desobediente?
–De entrada lo que se tendría que intentar hacer, para empezar, es una moción de censura. Un gobierno que hace un decreto-ley para incumplir una ley debe ir a la calle de forma inmediata. El problema es que no se puede hacer porque, por ejemplo, el PSC participa de la nueva ley sobre el catalán. En segundo lugar, hay que apoyar a estas entidades, como la AEB o Impulso Ciudadano, que se han arremangado y han puesto dinero de su bolsillo para acabar con una barbaridad, que es la expulsión del castellano en la escuela, que es lo que se persigue.
Ellos nos intentan vender que se esta atacando el catalán. Pues no. Aquí nadie hace eso. Son ustedes los que atacan el español. Y es una barbaridad que los propios padres tengamos que defendernos ante un gobierno, para poder garantizar una mejor educación para nuestros hijos. Y en una de las lenguas oficiales de Cataluña. Es tan bestia. El problema es que aquí hemos interiorizado que es normal. Y no lo es. No es normal tener un gobierno que se dispara al pie para empobrecer su sistema educativo y perseguir una lengua oficial, para segregar a los alumnos, para señalarlos, para que el conseller haga campaña a las puertas de una escuela porque una familia que tiene un niño de 5 años lo único que pide es una asignatura más en castellano. Esto no es normal. Y hay que denunciarlo y sin complejos.
–¿Y el papel del PSC?
–Especialmente decepcionante es el PSC y su actitud que ha ganado las elecciones en Cataluña gracias al voto útil de muchos catalanes no independentistas que esperaban una mejor respuesta de este partido, y al final, se aviene a este juego perverso para mantener una estabilidad en la Moncloa. Esto no es hacer política, es hacer de trilero político. Y no estamos para esto aquí..
No es normal tener un gobierno que se dispara al pie para empobrecer su sistema educativo y perseguir una lengua oficial (...). Hay que denunciarlo y sin complejos
–Se habla de la posibilidad de elecciones anticipadas en Cataluña, en otoño, porque Junts y ERC no se soportan. ¿Cómo ve esta posibilidad? ¿Valents está preparado para dar el salto a la Generalitat?
–Nuestra obligación es estar preparados si queremos ser proyecto político serio. Sólo consiguiendo buenos resultados electorales y entrando en los gobiernos se puedan conseguir cambiar las cosas. Hay que intentar eso, forzarse para echar a esta gente de los gobiernos. Pero dudo mucho, de hecho apostaría lo que fuera, a que no va haber adelanto electoral en Cataluña. ERC está acariciando la presidencia de la Generalitat, que es deseada desde hace muchos años. Desde esa posición también está intentando erradicar a su eterno rival, que es Junts. Así que van a seguir así. Y lo peor de todo es que veo al PSC muy capaz de hacer un tripartito si se llega a romper el gobierno de la Generalitat con ERC. No me sorprendería en absoluto.