Ernest Pérez-Mas (Parlem Telecom) y Oriol Soler (Abacus)Europa Press

Cataluña  La Generalitat subvenciona con 490.000 euros a un medio «fantasma» que dirige uno de los promotores del proceso independentista

Se trata de Oriol Soler, afín a ERC, quien está siendo investigado por estar detrás de la plataforma Tsunami Democràtic. Pero también han sido subvencionados otros medios próximos al independentismo

La Generalitat ha publicado recientemente las subvenciones destinadas a medios de comunicación para proyectos relacionados con la transición tecnológica, y que en este caso otorga el Departamento de Presidencia (en manos de ERC).

Los grandes beneficiados han sido medios cercanos al independentismo, como el diario Ara, el digital El Nacional o La Vanguardia. Pero también se ha colado entre los subvencionados un proyecto que impulsa la cooperativa Abacus.

Abacus

Se trata de una plataforma digital que todavía no existe. Eso sí, Abacus está dirigida por el empresario Oriol Soler, que está siendo investigado en el caso Voloh y por su implicación en Tsunami Democràtic.

Abacus es una cooperativa que se dedica a la venta de libros, material escolar o juguetes (que también ha vendido merchandising independentista, como las camisetas de la ANC por la Diada).

Abacus se fusionó con otra cooperativa, Som, uno de los grupos editoriales más destacados que agrupa a Sapiens, Ara Llibres o Batabat.

Sede de AbacusEuropa Press

El máximo responsable de Som era el editor Oriol Soler, que, tras la fusión, se ha convertido en director general del grupo. Abacus tiene la intención de impulsar Abacus Media, una «plataforma digital para fortalecer la prensa local en Cataluña».

Pero este proyecto no ha visto ni tan siquiera la luz y ya ha recibido, por parte de la Generalitat, una subvención de casi medio millón de euros.

Investigaciones a Oriol Soler

Oriol Soler es una persona afín a ERC y uno de los promotores del proceso independentista. Se le considera el coordinador del «núcleo duro» del 'procés', responsable de su estrategia de comunicación.

Soler también tuvo contactos con personas que podrían respaldar el movimiento secesionista, como por ejemplo con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

Además, Soler fue detenido en el marco de la operación Voloh, que instruye el Juzgado de Instrucción número 1, sobre el presunto tráfico de influencias y financiación irregular de los gastos de los políticos independentistas que huyeron al extranjero, como el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

La Audiencia Nacional también lo investiga por formar parte presuntamente de Tsunami Democràtic, una plataforma que poco después de hacerse pública la sentencia del Tribunal Supremo (TS) a los líderes del proceso independentista, convocó protestas, algunas violentas; así como la ocupación del aeropuerto del Prat o de la autopista AP-7.

Subvenciones a otros medios de comunicación

Y en este capítulo de subvenciones a proyectos de prensa escrita también ha recibido un buen pellizco el diario Ara, que se ha llevado 525 mil euros por un proyecto para la mejora de la edición, distribución y promoción del diario en papel y otro de innovación para su transformación digital.

La Vanguardia también se lleva 436 mil euros y el digital independentista El Nacional, que dirige el ex de La Vanguardia José Antich, ha recibido 330 mil euros.

Otro medio afín al independentismo, Nació Digital recibe más de 200 mil euros por su proyecto para relanzar el diario. Y no sólo eso, la editorial que ha adquirido el Nació, también edita el Diari de Terrassa y el Diari de Sabadell que han recibido 175 mil y 120 mil euros respectivamente.

De este modo, la empresa en conjunto, suma más de medio millón de euros en subvenciones. Desde Ciudadanos han pedido explicaciones en el Parlament por estas subvenciones otorgadas por el Departamento de Presidencia.

Subvenciones, recuerda la formación naranja , que se solapan con las que cada año concede el Departamento de Economía y Hacienda

Desde Ciudadanos sospechan que el reparto se ha hecho con criterios de «arbitrariedad y clientelismo», especialmente en el caso de la subvención a Abacus para una plataforma digital, que como decíamos, ni siquiera está en funcionamiento.