Borràs se aferra al cargo de presidenta del Parlament y advierte: «Si hay interinidad, que me restituyan»

La líder de Junts, Laura Borràs, deja claro que no va a poner las cosas fáciles para que la normalidad vuelva al Parlament. De hecho, ha dejado claro que no tiene intención de renunciar a la presidencia de la cámara. En estos momentos,recordemos, está suspendida de sus funciones, así lo decidió la Mesa después de que el TSJC abriera juicio oral contra ella. Pero ahora ya hay una sentencia condenatoria. El tribunal la ha condenado a cuatro años de prisión (aunque también pide el indulto parcial para ella) y 16 de inhabilitación.

En una entrevista a Rac1, Borràs ha retado a todos aquellos que reclamen un relevo en la presidencia del Parlament, incluido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que si verdaderamente quieren acabar con ese interinidad «que ellos provocaron» la restituyan inmediatamente de sus funciones. También se ha mostrado «indignada» con el independentismo que «colabora con el Estado del que se quiere independizar y, en cambio, atropella derechos y libertades que reclama para algunos, pero que ya le va bien que aparquen a rivales políticos», decía Borràs en clara referencia a ERC.

La presidenta del Parlament también ve «previsible» que la Junta Electoral Central le retire el escaño de diputada, como ya hizo con el exdiputado de la CUP Pau Juvillà. De hecho, Ciudadanos y VOX ya han pedido a este organismo que se pronuncie después de conocerse la sentencia del TSJC. Y también ha dejado claro que si la JEC le retira el escaño, ella va a seguir ejerciendo sus funciones «por sentido institucional».

Oranich cree que debería dimitir

Mientras tanto, desde Junts siguen cerrando filas en torno a Borràs. Sin embargo, hoy, una voz de la formación, la abogada y miembro del Comité de Garantías de Junts, Magda Oranich, ha dejado claro que «si fuera yo, dimitiría». Es más, cree que le sabe «mal» que Borràs no se vaya porque cree «que tiene más dignidad dimitir y presentarse después a lo que sea si se ha mantenido la dignidad y se han visto las cosas».

Oranich, por otro lado, «no tiene claro» que el caso de Borràs sea un ejemplo de 'lawfare', tal y como denuncia la presidenta de Junts. La abogada dice que no se trata de «delitos políticos», sí «comunes», aunque también ha precisado que no se ha producido un enriquecimiento personal. Oranich también ha explicado que Borràs no será expulsada de Junts hasta que la sentencia no sea firme. Y la presidenta de Junts tiene intención de recurrir al Tribunal Supremo, y en última instancia, a los tribunales europeos.