El caso de la enfermera gaditana que criticó el nivel C1 de catalán llegará al Defensor del Pueblo

Impulso Ciudadano va a presentar una queja al Defensor del Pueblo por el caso de la enfermera gaditana que criticó en un vídeo que colgó en sus redes sociales, el tener que conseguir el nivel C1 de catalán para presentarse a unas oposiciones en Cataluña. Desde la entidad consideran irregular la instrucción del expediente que abrió del departamento de Salud para investigar los hechos, y también denuncian que el instructor no es imparcial, porque pertenece a UGT, el sindicato, precisan, que denunció a la enfermera.

El presidente de Impulso Ciudadano, José Domingo, también lamenta que todo el interrogatorio a la chica se hizo en catalán, además de que el instructor no fue nombrado por el propio hospital, sino por el Instituto Catalán de la Salud. Es lo que ha avanzado el diario El Mundo, que también asegura que el interrogatorio al que fue sometida duró unos 50 minutos y fue «policial y muy agresivo». Además, Begoña, que así se llama la enfermera, tuvo que ser asistida por su abogada para entender las preguntas que le hacían. Y es que sólo llevaba seis meses residiendo en Cataluña.

Desde Impulso Ciudadano consideren que «todo es un disparate» y por este motivo le van a enviar esa carta al Defensor del Pueblo para que «valore hasta qué punto es necesario ese requisito de catalán», que puede ser «desproporcional» y supone una «barrera lingüística entre españoles que haga imposible el intercambio de movimientos entre comunidades autónomas, especialmente en Cataluña y en el País Vasco», dice José Domingo.

La enfermera, como ejemplo

Una situación que para el presidente de Impulso Ciudadano es «discriminatoria por razón de origen y de lengua». Pero no sólo eso. Domingo también lamenta que sea la propia Generalitat, y el consejero de Salud, Manel Balcells, el que se haya «encargado de avivar el fuego, porque fue él quien encargó el que se abriera ese expediente contra la enfermera». Se trata, dice, de tomarla como «ejemplo» para enviar un mensaje claro: «que nadie se salga del carril, porque corres el riesgo de perder hasta su trabajo». Y es que, como señala Domingo, en ningún momento se ha cuestionado el trabajo que hizo la enfermera durante su estancia en el hospital. De hecho, no recibió ninguna queja.

Y, en cualquier caso, añade, el vídeo se grabó durante un tiempo de descanso. Es más, ha recordado que en otras ocasiones profesionales de la salud han colgado en sus redes sociales vídeos desde su centro de trabajo, y no han tenido como «castigo» la apertura de un expediente. Por este motivo, entre otros, es que Domingo considera que se trata de una «persecución ideológica, lingüística, y de origen».

Y muy duro se muestra también el presidente de Impulso Ciudadano con los sindicatos, porque en este caso «han sido ellos los que han fomentado esa represalia hacia la profesional». José Domingo lamenta que, en el caso de Cataluña, «los propios sindicatos están al servicio de una identidad nacionalista, más que en la defensa de los intereses de los trabajadores». Y, de hecho, no solo el sindicato independentista Intersindical promovió el acoso a la enfermera, sino que también la UGT aprovechó para felicitar a otra de las enfermeras que aparecía en el vídeo y que sí iba a presentarse a las oposiciones «por valorar la importancia de hablar catalán en Cataluña y por respeto a los pacientes que tienen derecho a comunicarse con el personal de enfermería en la lengua propia. Ojalá tus compañeras también lo entendieran».

Comparecencia del consejero de Salud

Por otro lado, y desde el punto de vista político, Vox, Ciudadanos y PP han pedido la comparecencia del consejero de Salud, Manel Balcells, en el Parlament para que dé explicaciones sobre el interrogatorio al que fue sometido la enfermera y también al hecho de que se le abriera un expediente por el vídeo. Carlos Carrizosa, de Ciudadanos, ha avanzado que pedirán la dimisión del consejero si no les convencen las explicaciones que les pueda dar Balcells. Desde Vox, María García Fuster, dice que «más allá de los términos en los que se manifestó la enfermera, es indecente que le abran una ‘investigación reservada’ a un profesional sanitario por el simple hecho de rebelarse contra la imposición lingüística que sufrimos en Cataluña».