Carlos Carrizosa, en el Parlament

Carlos Carrizosa, en el Parlament

Entrevista

Carlos Carrizosa: «Los electores no entendieron la marcha de Arrimadas tras haber ganado las elecciones»

El candidato de Ciudadanos al 12-M sigue convencido de que su partido mantendrá la representación en el Parlamento tras los comicios

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Y más que esperanza, convicción es lo que tiene el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, de que su partido mantendrá la representación en el Parlamento de Cataluña tras las elecciones del 12 de mayo.

Asegura que están acostumbrados desde la formación a batir a las encuestas. Aún así, Carrizosa reconoce que la decisión de Albert Rivera de no pactar con Pedro Sánchez, así como la marcha de Inés Arrimadas a Madrid, ha pasado factura al partido naranja.

En el partido parece que hay la sensación de que se podría mantener la representación en el Parlament, de conseguir al menos tres diputados por Barcelona.

–Yo tengo el convencimiento. La tendencia es positiva: cada vez tenemos menos trasvases hacia otros, crece la fidelidad. Y estamos creciendo. Hay microdatos de algunas encuestas que nos dan posibilidad de entrada, y también la del CIS, que es la más numerosa que se ha hecho, y es la que mejor resultado nos da. Muchas veces el margen de error de las encuestas es más o menos del 3 %, y entonces muchos prefieren ver el vaso medio vacío y dicen que no entramos. Pero es que el vaso se puede ver medio lleno, y las tendencias que se han publicado estos últimos días indicarían que vamos por el buen camino.

Aunque hasta ahora ninguna encuesta da representación a Ciudadanos...

–Es verdad, pero también es cierto que no nos daban en el 2006, y tampoco en el 2010, 2012, 2015 o 2017. No nos daban tampoco los resultados que al final sacamos nosotros. Siempre batimos a las encuestas y espero batirlas también esta vez, ya que también hay voto oculto.

¿Y qué es lo que ofrece Ciudadanos que no ofrezcan otros partidos?

–Básicamente, la lealtad inquebrantable a los principios y valores en la lucha contra el separatismo y por la igualdad de los catalanes. Nosotros no vamos a depender de las instrucciones de un líder nacional para claudicar ante nuestros votantes. En cambio, eso es lo que ha hecho el Partido Socialista, que ya ha claudicado y ya ha traicionado con la amnistía a sus votantes y no para de hacer cantos de sirena al separatismo. Todos sabemos que Illa lo que quiere es gobernar con quien sea.

Y por parte del Partido Popular, vimos cómo, cuando se negociaba la investidura, el señor Feijóo blandeaba con Puigdemont... Lo veía un político responsable, veía a Junts un partido serio. Y le costó 24 horas decidir sobre la amnistía. Hace cantos de sirena a Puigdemont, relativiza el no poder llegar a un acuerdo hasta que supuestamente el otro acate las leyes. También le costó mucho nombrar un candidato... Todo eso son signos de que Feijóo prioriza la Moncloa y podría llegar a utilizar como moneda de cambio los votos que consiga aquí en Cataluña para no molestar al nacionalismo.

El candidato a las elecciones catalanas del 12 de mayo, Carlos Carrizosa

El candidato a las elecciones catalanas del 12 de mayo, Carlos CarrizosaEuropa Press

–¿Cómo cree que puede haber influido, la performance de Pedro Sánchez?

–Hay quien la cifra en un 5 % de aumento de voto. Ya veremos. Sin duda. Sánchez lo hizo para eso, para tratar de alterar la campaña y de influir en ella. Pero también le digo, que por eso, Ciudadanos, en esta campaña, está recordando a los votantes dolidos por la traición del Partido Socialista, que les traicionaron por siete votos; que el independentismo ahora pide el referéndum, y que veremos qué precio le pone Sánchez. Si fueron siete votos para la amnistía, ¿cuántos votos vale un referéndum?

Depende del resultado que pueda salir de las urnas este domingo, y de las necesidades que tengan unos u otros para ser presidente, ¿no?

–Sí, pero es que, además, el voto socialista tiene otro hándicap. Y es que muy probablemente los votos a Illa puedan servir para que acabe siendo presidente Puigdemont, porque Sánchez no va a consentir enfadar a Puigdemont o a Esquerra, y que eso le cueste la Moncloa. Sánchez querrá que Illa se sacrifique para no enfadar a sus socios, y poder evitar que lo apeen del Gobierno de España.

En cualquier caso, a veces en el resto de España se preguntan cómo es posible que, con todo lo que ha pasado, habiendo traicionado a sus propios votantes, el PSC o el PSOE tengan aquí su gran bastión, en Cataluña. ¿Es porque se ha planteado la situación a los votantes como un mal menor? Como escoger entre susto o muerte, entre el independentismo o Illa...

–La política con el procés en Cataluña se ha deteriorado. La palabra de los políticos vale menos, el oportunismo penaliza menos. Y, en la política española, en ese aspecto, se ha catalanizado, se ha sentimentalizado. Los recursos que está utilizando Sánchez de sentimentalizar el quehacer político es lo que ha hecho el separatismo aquí, y les ha ido muy bien. Los vicios de la política catalana se han exportado al resto de España. Y creo que esto no penaliza en un ambiente tan tóxico políticamente como el que tenemos. Cataluña penaliza menos al Partido Socialista porque, al fin y al cabo, es lo que los catalanes están recibiendo desde hace más de una década, políticos que incumplen y que sentimentalizan y que relativizan el no cumplir las promesas, el engañar. Todo esto queda relativizado en aras de la sentimentalización.

Los errores de Ciudadanos

Por cierto, estos días vuelve a circular por redes sociales el discurso de Albert Rivera en la que hablaba del «plan de Sánchez» y de su banda.

–Sí, del plan de Sánchez que iba a ejecutar con su banda. Fue profético, fue anticipatorio. Y por eso Sánchez no quiso gobernar con Ciudadanos, y le decían aquello de «Con Rivera, no» en la sede de Ferraz, después de aquellas elecciones, en las que sacamos 57 diputados. Nosotros hemos pechado con las consecuencias de no explicar suficientemente hasta qué punto aquello era imposible de solucionar. No, nunca pudo haber un gobierno del Partido Socialista con Ciudadanos, porque Sánchez quería reventarlo y nos reventó a nosotros. Sánchez nos ganó la partida, porque nosotros pechamos con las consecuencias de la decisión de Sánchez, porque lo que él quería era edificar un muro y poner a todo el resto de la ciudadanía como fachas, y él con los que quieren romper España y la izquierda más radical y levantar ese muro ahí, y dentro de ese muro no cabía Ciudadanos, solo podían estar los que están ahora. Por eso él nos expulsó de la posibilidad. Y lo que hizo también que quienes se comieron las consecuencias de eso fuimos nosotros.

Tampoco ayudó, en cierta manera, que se fuera Inés Arrimadas de Cataluña. No se entendió o no se explicó bien esa decisión

–Obviamente, no se entendió o no se explicó bien. Pero a toro pasado, hemos visto que es algo que nuestros electores acusaron muchísimo, la marcha de Inés Arrimadas después de haber ganado elecciones aquí, no fue entendida. Desde luego muchos de nuestros electores no entendieron por qué no gobernábamos, aunque fuera imposible; ni por qué se fue, aunque en aquel momento nos parecía una buena idea, porque suponía reforzar la presencia de los catalanes en un Gobierno, incluso haber llegado a gobernar España. Y todo sería muy diferente si hubieran estado Albert Rivera o Inés Arrimadas presidiendo el Reino de España y no Sánchez. Pero como eso no pasó, pues a toro pasado, eso ha tenido un coste para nosotros en Cataluña inmenso.

Independientemente de lo que pueda pasar este domingo, hablemos de propuestas. Se está hablando mucho de inmigración, inmigración y seguridad. Lo han puesto sobre la mesa formaciones como Vox o Aliança Catalana, que, por cierto, según algunas encuestas podría entrar en el Parlament. ¿Cuál es la propuesta de Ciudadanos?

–Tenemos las mismas políticas sobre inmigración que la Unión Europea, que es la el cuidado de las fronteras del espacio Schengen y el procurar que la inmigración que necesitamos en Europa entre ordenadamente. Y yo creo que el compromiso del Gobierno de España tiene que ser ese. Rechazamos el intento de la Generalitat de intervenir en las políticas de inmigración. Para nosotros, la política de inmigración ha de ser estatal. Y nos tememos que la Generalitat intente condicionar los pactos que tiene España con los Gobiernos de los países hispanohablantes, que son de interés nacional.

Pero de todos es sabido que la Generalitat no quiere la inmigración hispanohablante porque consideran, de forma escandalosamente sectaria, que menoscaba el catalán, cosa que es falsa, pero que ellos están en eso. Y yo cuando hablo de políticas de inmigración me refiero a eso, porque si queremos hablar de seguridad, eso es otro rollo. O sea, nosotros no asociamos la inmigración a la delincuencia, como hace automáticamente Vox o los partidos de la ultraderecha. Nosotros creemos que un multirreincidente español tiene que ir a la cárcel, y un multirreincidente extranjero residente ilegal, tiene que ser expulsado del país. Entre papeles para todos, que es esta solución buenista y falsaria de la izquierda, y la xenofobia de la ultraderecha, hay un camino medio, que es el que se cumplan las leyes, el que los multirreincidentes no puedan estar aquí, que no haya ningún problema en decir.

Seguridad

Y en cuanto a seguridad, ya que estamos hablando de eso. Hay sensación de inseguridad en Cataluña, faltan Mossos. Y qué hacer con la Policía Nacional y la Guardia Civil, que poco a poco los están orillando en Cataluña...

–Está claro que hay esa política de exclusión de la Policía Nacional y la Guardia Civil que, por cierto, lamentablemente empezó con los pactos del Majestic en 1996, cuando se replegaron de las comisarías la Policía Nacional para asumir las competencias de seguridad ciudadana en los Mossos de Esquadra. Se les están orillando. Tienen como objetivo vaciar Cataluña de la presencia del Estado, y eso ha sido un error gravísimo. Entonces, si nosotros estuviéramos en el Gobierno de la Generalitat, nosotros querríamos primero, incrementar la plantilla de los Mossos de Esquadra; segundo, incrementar la colaboración con las otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que no hubiera desconfianza, Y luego, por supuesto, hay que actuar en coordinación con el Estado para las expulsiones de los multirreincidentes, para una nueva regulación de la multirreincidencia que fuera más severa, y evitar que salgan de la cárcel.

Si hablamos de lengua, la inmersión lingüística le ha valido a la Generalitat un importante toque de atención del Parlamento Europeo.

–Una comisión de la que, por cierto, se descolgó el Partido Socialista. Pero también el Govern, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ha recibido reiterados tirones de orejas. Porque le obliga a incluir, por lo menos, un 25%, que es solamente una asignatura troncal más, en castellano. Y en definitiva, que dejen de tratar al español como una lengua extranjera. Pero también aquí el Partido Socialista se alió con el separatismo para promulgar una nueva ley educativa que neutralizase la sentencia del 25%. Y eso es una traición en toda regla, otra más, del Partido Socialista a sus votantes. Y todavía tienen la desvergüenza en esta campaña de decir que van a ir a por el trilingüismo en las escuelas. Es que es una burla.

Además de la inmigración, una de las cuestiones que al separatismo le gustaría controlar es el dinero, la llave de la caja, que dicen. Y ahora estamos en eso, los separatistas quieren conseguir un nuevo sistema de financiación para Cataluña en la línea del concierto económico. ¿Qué propone Ciudadanos?

–Concierto económico, no. Es algo insolidario y está fuera de la Constitución. Incluso en el caso del concierto económico del País Vasco, se da la circunstancia de que es un caso único en el mundo, en el que, en un país descentralizado, una unidad territorial recauda por sí misma los impuestos y con ellos en la mano, negocia con el Estado la cantidad que le va a corresponder. Esto es una anomalía en el territorio europeo que seguramente acabará por desmontarse. Por tanto, no vamos a hacer en Cataluña, lo que se está haciendo ya mal en El País Vasco.

Y lo que hay que hacer en la financiación es aplicar criterios técnicos y modernos para fijar el precio de los servicios que presta la administración, y de la suficiencia de dinero que se necesita. Porque también en Cataluña se nos va muchísimo dinero a actividades que están fuera de nuestras competencias y del todo ilegales, como son las embajadas. O se gasta mucho en TV3 y en propaganda, y luego resulta que no tienen dinero para camas de hospital.

Y eso que Cataluña tiene hasta 15 impuestos propios, pero no lucen, no se ve su finalidad

–Y no lucen porque al final dificultan la actividad económica y la retraen. Y muchas empresas eligen irse a otros territorios. Es una política impositiva absolutamente contraproducente y es un infierno fiscal que hay que revertir. Pero es que, además, tienen el cinismo de hablar del dumping fiscal en otras comunidades, que lo que hacen es ejercer su autonomía. Y lo que quieren es que el Estado no deje a otras comunidades que ejerzan su autonomía, quieren ser restrictivos. Eso es alucinante.

Y ya para acabar, y teniendo en cuenta que la cosa parece que está entre Illa y Puigdemont, ¿qué haría Ciudadanos?

–Nosotros firmamos un compromiso de lealtad con nuestros votantes que dice que nosotros no vamos a apoyar a ningún partido que tenga el apoyo del independentismo para gobernar. Nosotros no, no apoyaremos ningún gobierno basado en los votos de los independentistas. Imaginemos que Illa no requiere del apoyo del independentismo, entonces nosotros valoraríamos mucho a qué Illa estamos dando nuestros votos. Es muy complicado.

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