Intervención telemática de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en una imagen de archivo.

Intervención telemática de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en una imagen de archivoEuropa Press

Economía

Con la «soberanía fiscal» que exige ERC, la Agencia Tributaria perdería el control del 20 % de su recaudación

Los republicanos exigen el traspaso de competencias tributarias para investir a Salvador Illa

Marta Rovira, secretaria general de ERC y residente en Suiza para evitar la acción de justicia, ha dado un primer paso para poner precio a la investidura de Salvador Illa. A dicha exigencia la ha denominado «soberanía fiscal», un eufemismo que significa entregar la recaudación, gestión e inspección tributaria íntegramente a la Generalitat de Cataluña.

El PSC se ha declarado abierto a la negociación, alegando que su programa electoral incluía el traspaso de la gestión tributaria a un consorcio mixto formado por el Estado y la Generalitat, tal como prevé como posibilidad el Estatuto de Autonomía catalán en sus artículos 204.2 y 204.3.

Actualmente la Agencia Estatal de Administración Tributaria recauda unos 50.000 millones de euros anuales en Cataluña, en concepto de impuestos estatales como IVA, IRPF, Sociedades o Impuestos especiales. Dicha cantidad es un 20 % del total recaudado en el conjunto de España.

Agencia Tributaria de Cataluña

Por su parte, la Generalitat –mediante la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC), creada en 2007– recauda un 10% de esta cantidad, correspondiente a una serie de impuestos creados en los últimos años, algunos de ellos incluso redundantes, como el de grandes superficies comerciales, el de viviendas vacías, el de establecimientos turísticos, el de bebidas azucaradas, sobre emisión de gases a la atmósfera, sobre emisión de óxidos de nitrógeno o gravamen de protección civil.

Asimismo, la ATC también se ocupa de recaudar los impuestos cedidos por el Estado, como sucesiones y donaciones, patrimonio o juego. En los últimos años, y en especial desde 2016, la agencia catalana ha experimentado un impulso importante firmando acuerdos para la gestión de tributos municipales con infinidad de ayuntamientos catalanes, absorbiendo los organismos recaudadores de las diputaciones provinciales.

Que el Estado recaude los impuestos no implica que se quede con la totalidad de los mismos, dado que los actuales acuerdos de financiación establecen la cesión de altos porcentajes de la recaudación a las CC.AA. Por ejemplo, el 50% del IRPF.

La exigencia de ERC de traspasar al ente autonómico la recaudación de todos los tributos no incluye, por ahora, el establecimiento de un concierto y el cupo correspondiente como en el caso vasco, exigencia que sí realiza Junts.

Negociaciones a posteriori

La propuesta del PSC de desarrollar un ente mixto, participado por ambas agencias, supondría en la práctica la cesión a la Generalitat de la gestión tributaria, y en consecuencia la ruptura de la caja común. Ahora la Agencia estatal recauda y luego transfiere a las CC.AA, pero este cambio implicaría que en el caso catalán sucedería al contrario.

Es una obviedad que el independentismo quiere recaudar para poder negociar, a posteriori qué cantidad entrega al Estado y cuál se queda en la Generalitat. No hacerlo no tendría ningún sentido, dado que el gobierno autonómico tendrá que realizar una importante inversión para hacer crecer en dimensión y recursos la actual estructura de la Agencia Tributaria Catalana.

En cifras

El organismo tributario de la Generalitat cuenta hoy con 31 oficinas, 137 ventanillas únicas y una plantilla de 852 personas, que está previsto que se acerque a las 1.000 al finalizar el presente año con la incorporación de 85 nuevos técnicos tributarios y 20 inspectores.

Para poderse establecer una comparación hay que señalar que la agencia estatal tiene una plantilla total superior a las 25.000 personas.
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