El laberinto catalán
Puigdemont está dispuesto a ser detenido si eso evita la investidura de Illa
El regreso a España de Rovira obliga a los de Junts a cambiar el plan que ya tenían trazado
Contradicciones de la vida: Marta Rovira, que fue quien lidero la oposición a que Carles Puigdemont convocara elecciones autonómicas y forzó la declaración unilateral de independencia, ha vuelto a España antes que el presidente que cedió a su presión y acabo declarando la independencia unilateral.
En Junts, el día del regreso de Rovira y Wagesnberg es agridulce. Sus planes eran esperar a que venciera el plazo de dos meses que la Ley de Amnistía fija para la aplicación de la misma y entonces traer de vuelta a Puigdemont a España.
El plan de Puigdemont
La hoja de ruta de Junts estaba diseñada hasta el último detalle. El próximo día 27 de julio, Puigdemont tiene convocado un mitin en el sur de Francia en el que iba a escenificar su anuncio de petición a Josep Rull, presidente del parlamento, de que convoque un pleno de investidura para someterse al mismo.
Según lo planificado por Puigdemont el pleno se celebraría tras el 11 de agosto, fecha en la que se cumplen dos meses de la entrada en vigor de la Ley de amnistía y antes del 26 del mismo mes, día tope para la auto disolución del Parlamento y convocatoria automática de nuevas elecciones, pero sus planes se han visto alterados.
Por un lado, el juez Aguirre mantiene su imputación por traición, y el Supremo no acepta la aplicación de la amnistía para el delito de malversación. Así, si Puigdemont regresa puede ser detenido. Entre las opciones que barajaba Junts estaba el llamado «plan Assange», en referencia al refugio del mismo en la embajada en Ecuador en Londres.
Los neoconvergentes pretendían que Puigdemont entrará en España con el mismo sigilo que lo hicieron las urnas de la votación ilegal del 1 de octubre de 2017 y trasladarlo en secreto hasta el interior del edificio del parlamento catalán donde el presidente del mismo les había garantizado que no iba a ser detenido.
Desde el interior del edificio de la Ciutadella, con TV3 transmitiendo 24 horas a lo Gran Hermano, Puigdemont creaba un ambiente de alta tensión insoportable para Pedro Sánchez y para ERC y se sometía a una investidura que tendría mucho de chantaje emocional para los republicanos.
Cambio de guion
Por otra parte, las negociaciones entre ERC y el PSC avanzan mucho más rápido de lo que en Junts preveían y eso les obliga a un cambio de guion. Marta Rovira y Oriol Junqueras, enfrentados en todo, solo coinciden en la necesidad de cerrar un acuerdo con los socialistas.
En estas circunstancias Puigdemont se plantea un regreso a España en vigilias del pleno de investidura de Illa. En Junts creen que si Puigdemont vuelve a España para participar como diputado en el pleno de investidura y es detenido y trasladado a Madrid, para ERC la presión ambiental les superará y la investidura de Illa será inviable.
Es el último recurso que les queda para evitar un pacto que a estas horas parece inevitable.