Puigdemont pide a sus seguidores que se preparen para dificultar su detención

El plenario del Consell de la República, el organismo con falsa apariencia de parlamento creado por Puigdemont cuando huyó con el fin de intentar dar verosimilitud a la ficción de que preside un gobierno democrático en el exilio, se ha reunido este sábado en Elna, en el sur de Francia.

Lo ha hecho en medio de fuertes tensiones por las acusaciones de algunos de sus miembros a su vicepresidente, Toni Comín, de apropiación de fondos para realizar una travesía de vacaciones en yate por el Mediterráneo acompañado, entre otros, por el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, el cantautor, Lluís Llach.

Ha sido precisamente el cuestionado Comín el que ha presentado ante la asamblea, celebrada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elna, cedido por su alcalde, el comunista Nicolás García, el plan de acción del Consell hasta el año 2026.

El que fuera candidato a las elecciones europeas por Junts, que no ha podido tomar posesión de su escaño al no acudir al congreso de los diputados a acatar la Constitución para evitar su detención, ha dicho que uno de los objetivos del Consell de la República es «fortalecer la estructura territorial del Consell para realizar más y mejor activismo».

El retorno de Puigdemont

Quien ha dado verdadero significado a las palabras de Comín ha sido el propio Puigdemont, quien en su intervención de clausura ha afirmado que «es imprescindible el acompañamiento del Consell de la República en el retorno a Cataluña» dando así a entender que en las próximas semanas, coincidiendo con un pleno de investidura, ya sea a Salvador Illa o a él, regresará a España.

En su discurso, realizado a puerta cerrada, y según un comunicado posterior emitido por la oficina de prensa del prófugo expresidente catalán, Puigdemont ha hablado de su regreso y de los escenarios que se pueden dar, incluida su detención.

Al frente de la operativa de un posible retorno está Toni Castellá, que fue diputado por Unió Democrática de Catalunya, luego por Junts pel Si, a posteriori por ERC y hoy por Junts per Catalunya.

Castellá considera que frente a un gran operativo de fuerza y cuerpos de seguridad del estado destinados a detener a Puigdemont hay que contraponer a un numerosísimo colectivo de gente que impida o dificulte dicha detención, y que tenga un control efectivo del territorio para evitar la actuación policial.

La realidad es que la última detención de un líder independentista no la realizaron la Guardia Civil ni el CNP, sino que fueron los Mossos los que procedieron a ejecutar la orden judicial de detener a la exconsejera de educación y exeurodiputada de Junts Clara Ponsatí.

La reunión del Consell es parte de la estrategia desesperada de Junts para evitar el pacto entre el PSC y ERC que culmine con la elección del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. La estrategia de Junts podría pasar por el retorno a España, y consecuente detención, inmediatamente a continuación del anuncio de pacto entre socialistas y republicanos con el fin de crear un estado de ánimo entre las bases de ERC que llevara a que estas rechazaran validar el acuerdo firmado entre los dirigentes de ERC, con Marta Rovira al frente, y Pedro Sánchez.

Estrategia de presión

Dentro de esta estrategia de presión creciente estaría la ocupación de la sede central de ERC por parte de los CDR hace dos días o las declaraciones de Victor Tarradellas, el amigo de Puigdemont que negoció con Moscú y organizó los encuentros en de este con enviado del Kremlin en el Palau de Generalitat en octubre de 2017.

Tarradellas, hoy investigado en el caso Volhov, ha escrito en su cuenta de X en referencia a la secretaria de ERC, Marta Rovira, y su presunto acuerdo en ciernes con el PSC: No me creo que alguien que se considera independentista quiera dar todo el poder de Cataluña a aquellos que fueron verdugos activos de los golpes, del 155, de la prisión y de su exilio. Confiamos en que las bases de ERC no dejarán hacer la barbaridad de dar el gobierno de Cataluña a los que no hacen nada por nuestro país, solo robarnos, ahogarnos y españolizarnos».

Junts, además, ha convocado un gran mitin en el sur de Francia para el próximo 27 de julio. Muchas fuentes apuntan a que en el mismo Puigdemont podría anunciar su regreso y efectuar la petición al presidente del parlamento catalán, Josep Rull, que estará presente en el acto de que le nombre candidato a la investidura.

Detención

En Junts creen que la detención de Puigdemont en caso de regreso a España «no sería por 24 horas» y que sería preciso recurrir al Tribunal Constitucional, al que consideran de su parte, por estar al servicio de su aliado político, Pedro Sánchez, mediante la presentación de un habeas corpus contra la detención del Puigdemont.

Este es un procedimiento regulado por ley que se puede aplicar a aquellos que se consideran víctimas de una detención ilegal mediante un recurso frente al juzgado que ha ordenado su detención. Según la ley vigente el juez está obligado a responder en un plazo de 24 horas y en caso de que les fuera desestimado es cuando el detenido puede recurrir al TC. Es ahí donde en el entorno de Puigdemont creen que Conde–Pumpido optaría por liberar a Puigdemont.

Uno de los problemas de esta estrategia es que el TC no está activo en agosto y sería una sala habilitada en vacaciones y formado por tres miembros la que tendría que dictaminar sobre el futuro inmediato de Puigdemont.