'Carga de los lanceros de Navarra', obra de Augusto Ferrer Dalmau

'Carga de los lanceros de Navarra', obra de Augusto Ferrer Dalmau

Rutas por Cataluña

El pueblo que resistió a los carlistas: la ruta urbana de la batalla de Caldes de Montbui

Fue una de las batallas de la III Guerra Carlista, que tuvo lugar entre 1872 y 1876

Hace exactamente 151 años, las tropas carlistas atacaron Caldes de Montbui, en la provincia de Barcelona. Fue una de las batallas de la III Guerra Carlista, que tuvo lugar entre 1872 y 1876. Terminada la batalla de Alpens –de la que hablamos aquí–, en julio de 1873, las victoriosas tropas carlistas decidieron avanzar para dominar Granollers, Terrassa y Sabadell.

En Caldes había dos batallones de Guías de la Diputación y Voluntarios de la República Federal. En total, unos 500 hombres, bajo el mando del comandante Francesc Puigjaner. A estos debemos añadir los 180 hombres que formaban parte del somatén. Los carlistas llegaban al pueblo días después de haber atacado Igualada. Empezaban las hostilidades entre el infante Alfonso Carlos de Borbón, hermano del pretendiente carlista, Carlos VII, y el general Francesc Savalls.

En este artículo, queremos proponer una ruta urbana que se puede hacer por Caldes de Montbuí es urbana para conocer los lugares donde se enfrentaron los dos ejércitos los días 29 y 30 de julio de 1873.

Santuario del Remei

Empezaremos por el Santuario del Remei, en la antigua carretera que iba a Vic. Hasta allí llegaron las tropas carlistas y ahí se reunieron antes de que se diera la orden de atacar. Las crónicas explican que sobre las 22.30 horas empezaron a avanzar hacia el interior de la población.

Santuario del Remei de Caldes de Montbui

Santuario del Remei de Caldes de MontbuiFototeca.cat

El avance se produjo por lo que se conoce como Paseo del Remei, calle que unía el centro con el santuario. El comandante Puigjaner, para detener el avance carlista, colocó diferentes barricadas en la colina de San Salvador, o Puigdoni. Desde ahí tenían una visión clara del terreno. En aquel primer encuentro entre carlistas y liberales, los primeros se dispersaron para poder avanzar hacia el centro.

En el Puigdoni el ejército carlista situó dos cañones. El avance carlista estaba dirigido por el coronel Martí Miret y el comandante Joan Galcerán. La resistencia de la población de Caldes hacía difícil el avance carlista. Los dos cañones empezaron a disparar, mientras una parte del ejército carlista, desde la riera, atravesó las Hortes de Dalt, llegando a una casa que se conoce como de las Trabucadas, aún en pie hoy en día.

Los carlistas fueron avanzando hasta el centro, resguardándose dentro de las casas, tirando las paredes medianas. Para impedir que el ejército liberal pudiera reforzarse, la caballería carlista fue a Palau Solità, el pueblo más cercano, para cortar cualquier avance desde esa dirección.

Una barricada en plaza

Las tropas carlistas llegaron al Portal de Vic, actual placeta del Marqués de Caldes. Allí, en la explanada, los liberales levantaron una barricada. A pesar de la encarnizada lucha que se llevó a cabo, no consiguieron romper la defensa liberal y el ejército carlista decidió replegarse fuera de la población.

Los defensores recibían suministros y municiones a través de la calle de Vic. El ejército carlista esperó hasta las seis para lanzar un nuevo ataque a todas las barricadas liberales. Temerosos de perder la plaza, abandonaron las barricadas y decidieron enfrentarse, cuerpo a cuerpo, contra los carlistas.

A los hombres que defendían la plaza debemos sumar a los vecinos de Caldes que, temerosos de perder la batalla, de unieron a la defensa del pueblo. Además, en aquellas primeras horas, se les unieron 60 hombres que llegaron desde Sentmenat, atravesando el puente romano.

La Font del Lleó

En el centro de Caldes encontramos la Font del Lleó, cuya agua sale a una temperatura de 74ºC. Allí estaba el hospital, donde fueron atendidos los heridos. Al lado estaba el Balneario de Can Rius. Allí se reunió la junta de defensa de Caldes, formada por Manuel Roig Monguet, el comandante Puigjener, Vilalta, Josep Margenat y Climent Torras. Su función era reorganizar la defensa de la población.

Plaza de la Font del Lleó, en Caldes de Montbui (Barcelona)

Plaza de la Font del Lleó, en Caldes de Montbui (Barcelona)Wikimedia

El 30 de julio de 1873, por la calle del Pont Romà, a las 10 horas, aparecieron los Voluntarios de Sabadell. Otros llegaron por la carretera de Granollers. Teniendo en cuenta el aumento de refuerzos, el alto mando carlista decidió replegarse. Viendo que no sería satisfactorio el ataque, el ejército carlista decidió poner punto y final a la batalla.

Teniendo en cuenta que Caldes no estaba demasiado bien fortificada, se decidió levantar lo que se conoce como muralla carlista. Esta empezó a construirse a principios de 1875, pero nunca se terminó. El motivo es doble: El coste de la obra y el final de la guerra en Cataluña.

Aquel enfrentamiento tuvo un elevado coste humano: por la parte carlista, 60 muertos y 120 heridos. Por la parte liberal, 20 muertos y 40 heridos. En la Plaza de la Font del Lleó se ejecutó a siete prisioneros carlistas, degollados sin juicio previo.

Caldes de Montbui

El municipio de Caldes de Montbui es conocido, sobre todo, por sus balnearios termales. Sus aguas ya se usaban en época romana, y el escritor Plinio el Viejo hablaba de estas termas –conocidas como aquae-calidae– en su crónica sobre la Hispania Romana.

También cabe destacar el museo dedicado al pintor y escultor Manolo Hugué: amigo de Santiago Rusiñol, Joaquín Mir o Pablo Picasso, falleció en este municipio el 17 de noviembre de 1945. Además de todo esto, Caldes de Montbui se hizo famosa, en el siglo XVII, por un proceso que se llevó a cabo contra una serie de mujeres acusadas de brujería.

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