A la izquierda, Xavier Solà, en una imagen de archivo

A la izquierda, Xavier Solà, en una imagen de archivoCiU

El ex alto cargo de CiU que desfalcó 190.000 euros con una inmobiliaria abre otra en Vic

Xavier Solà se apropió ilícitamente de 190.000 euros de la Asociación Catalana de Municipios

En el año 2017, Xavier Solà Cabanas fue sentenciado por haber obtenido 189.912 euros de una forma ilícita mientras era asesor jurídico de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), entidad que agrupaba a todos los consistorios con alcaldes del CiU y algunos de ERC, similar a la Asociación de Municipios por la Independencia.

Los ayuntamientos adheridos a la ACM pagan una cuota anual que va en función del número de habitantes, y que oscila entre los 68 y los 150.000 euros. Las diputaciones, por su parte, pagan entre 100.000 y 260.000 euros, y también hay que contar a los Consejos Comarcales (1.556 euros), los Consorcios (556 euros) y el Área Metropolitana de Barcelona, que paga 74.711.

Solà había sido teniente de alcalde de Vic y secretario general del Departamento de Cultura de la Generalitat durante un gobierno de Artur Mas. A Solà, encargado de las arcas y supervisor de cómo entraba y salía el dinero, se le juzgó por malversación de fondos públicos y falsedad documental. No fue el único: tuvo como compañero de viaje a Josep María Matas, que fue secretario general de la ACM y presidente de Convergència en la comarca de Osona.

Facturas falsas

Solà, que cobró estos casi 190.000 euros a través de facturas falsas, gastó su parte del dinero expoliado en una casa en Cadaqués (Gerona). En concreto, la mitad superior de un chalet partido en dos por el anterior propietario, a pocos metros de la cala d’Es Caials. Las facturas las falsificó con el nombre de la empresa Esports i Lleure Sau que compró el 14 de diciembre de 2019, junto con su pareja Meritxell Inasaya.

La empresa, adquirida por Solà, cambió de objetivo social, pasando a dedicarse a la promoción inmobiliaria. Las facturas eran por un trabajo realizado para hacer unos catálogos de masías, que nunca realizó. Como asesor jurídico de la ACM cobraba 43.560 euros anuales.

Por su parte Josep María Matas utilizó las empresas Tresserres Imatges Corporatives SL y Parès i Solé SL para presentar otras facturas falsas a la AMC, también ligadas a un catálogo de masías, que tampoco nunca se realizó. Matas facturó 214.771 euros: solo en 2008, Tresserres hizo 72 facturas a la ACM, por un importe cada una de 2.982 euros.

Para recuperar Matas el dinero, pues esa empresa era de un primo suyo, le giró otras 72 facturas a Tresserres por un importe cada una de 2.866 euros. Se supone que la parte restante, 8.419 euros, era comisión. Con lo obtenido, se compró una casa en L’Escala, así como un piso en Vic, una casa en Centelles y dos coches de gama alta.

Acuerdo con la Fiscalía

Aunque durante el juicio ambos se declararon inocentes, para evitar la cárcel decidieron decir la verdad y llegar a un acuerdo con la Fiscalía. El 16 de octubre de 2017 el juez los condenó a 23 meses de prisión por expoliar, desde 2005 a 2009, al menos medio millón de euros a la ACM. No entraron en prisión al no tener antecedentes penales y gracias a un trato por el cual se comprometían a devolver el dinero embolsado.

En un inicio el fiscal situó la cantidad defraudada por Matas y Solà en un millón de euros y pedía para ellos cinco años y medio de prisión por malversación de fondos y falsedad documental. La Fiscalía rebajó el dinero saqueado al considerar que los condenados solo se apropiaron ilícitamente de dinero a partir de 2007 y no desde 2005. El fiscal también aplicó el atenuante de reparación del daño, por haber devuelto a la ACM el dinero desviado.

El pasado 1 de agosto, en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, se publicó la constitución de la empresa Scabellum SL, que empezó a operar el pasado 12 de julio, con el objetivo social de intermediar en operaciones de compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles y el asesoramiento en materia inmobiliaria. También se dedican a la inversión inmobiliaria. La empresa está domiciliada en Vic. Curiosamente, Esports i Lleure Sau tenía los mismos objetivos sociales. Su administrador también era el mismo: Xavier Solà Cabanas.

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