Los nacionalistas acuden al Constitucional como previa para elevar la imposición del catalán en Canet a la UE

Òmnium Cultural ha presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional contra la sentencia del TSJC que reconocía el derecho de la familia de Canet a que su hija recibiera más educación en español. Es la primera vez que la entidad recurre al Alto Tribunal, y lo hace en nombre de las familias de la Escuela Turó del Drac para «luchar» contra esa sentencia y para «denunciar la vulneración de los derechos de las familias y del alumnado que esta medida implica».

Pero Òmnium no se esconde. Y este movimiento tiene un objetivo claro: «elevar el caso hasta la justicia europea». Y todo ello para buscar el «reconocimiento de que los alumnos catalanohablantes tienen derecho a estudiar solo EN catalán y oponerse al modelo actual de bilingüismo», según denuncia la Asamblea por una Escuela Bilingüe.

En cualquier caso, Òmnium ha decidido dar el paso después de que el Tribunal Supremo rechazara los recursos presentados por esta entidad y por la Generalitat, por lo que confirmaba la sentencia del TSJC. Según Xavier Antich, presidente de Òmnium, «mantendremos el pulso firme contra un tribunal de parte que ignora los criterios pedagógicos y se interpone en el poder legislativo para imponer en castellano en las aulas».

Pero la entidad también denuncia que las familias y el modelo de escuela catalana han quedado «desprotegidos» ante un tribunal, aseguran, que «actúa como un activista contra la lengua», y que no duda en «saltarse las leyes aprobadas por amplias mayorías en el Parlament con la finalidad de eliminar la inmersión lingüística». Es en este contexto, dicen desde Òmnium, que por primera vez en casos relacionados con la inmersión lingüística, se ha presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional.

Y ni el TSJC ni el TS se han librado de las críticas de Antich. Uno, porque sus decisiones «impactan de lleno en los derechos fundamentales de las familias partidarias de la inmersión». Y el Alto Tribunal catalán, porque dice, «está utilizando casos como el de Canet para establecer un precedente que pretende generalizar a todo el sistema educativo».

Y ha vuelto a acusar a los jueces de «intromisión» en la política educativa y lingüística de Cataluña: «no aceptamos que un juez que no ha sido escogido por nadie, tenga la legitimidad de desmantelar un modelo de escuela que cuenta con el apoyo de la comunidad educativa, de la inmensa mayoría de la sociedad y el apoyo del 85% del Parlamento de Cataluña».

La advertencia de la AEB

Pero la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), también advierte: la pretensión de Òmnium, de que en Europa se reconozca el derecho de los alumnos catalanohablantes a estudiar solo en catalán, y oponerse al modelo bilingüe, es un «arma de doble filo».

¿Por qué? Según la entidad, porque esa pretensión supondría «el reconocimiento de que los alumnos castellanohablantes también tienen derecho a estudiar solo en castellano. Por tanto, se debería establecer un sistema de libre elección de lengua: solo catalán, solo castellano o en las 2 lenguas». Sería un sistema parecido al del País Vasco, dicen desde la AEB.

En definitiva, según la Asamblea por una Escuela Bilingüe, lo que pretende Òmnium es «acabar con el modelo de conjunción lingüística y sustituirlo por el de una única lengua vehicular con libre elección de lengua». La entidad defensora del bilingüismo añade: «suponemos que Òmniun Cultural no tiene la ensoñación de que solo pueda existir el derecho a imponer inmersión a todos los alumnos y solo los catalanohablantes puedan elegir la lengua vehicular deseada». Y considera que «es la mentira que aseguran, dice la Carta Europea de lenguas minoritarias».

A partir de ahí, apuntan desde la AEB, «no nos parecería mal siempre que sea el modelo sea el de elección de lengua, pero de una forma real». Y precisa: si solo tienen derecho una parte, los catalanohablantes, «ahí el TC no les puede dar la razón de ninguna de las maneras porque es contrario a nuestra Constitución».

Y, por cierto, en «una escuela del Maresme» en la que «un grupo podrá estudiar matemáticas en castellano», los alumnos fueron recibidos en el inicio de curso, con una pintada en la que se podía leer esta frase de Ovidi Montllor: «a la gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piensa en catalán, es la misma gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense». Para la AEB, con esta pintada, «los intolerantes quieren intimidarnos y acusarnos de ignorantes por pedir bilingüismo».