(Foto de ARCHIVO)
El candidato de Junts a la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, durante una rueda de prensa para valorar los resultados de las elecciones catalanas, a 13 de mayo de 2024, en Argelès (Francia). Durante la comparecencia, Puigdemont ha anunciado que ya ha abierto los primeros contactos con ERC y ha anunciado su intención de presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat en el debate de investidura. Junts obtuvo ayer, 12 de mayo, en las elecciones a la Generalitat de Catalunya, 35 escaños, tres más que en las pasadas elecciones autonómicas de 2021.

Glòria Sánchez / Europa Press
13 MAYO 2024;JUNTS;PUIGDEMONT;ARGELES;FRANCIA
13/5/2024

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEuropa Press

Política

Puigdemont cumple solo a medias su promesa: no será jefe de la oposición pero mantendrá su escaño

Por el momento, Junts mantendrá el puesto vacante

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no ejercerá como líder de la oposición del Parlament este mandato, según comunicó este martes a los diputados de Junts reunidos en Waterloo. Por el momento, el partido dejará el puesto vacante, aunque fuentes internas apuntan que se trata de una medida temporal.

En su alocución a los miembros del grupo parlamentario, Puigdemont ha puesto como excusa la responsabilidad que asumió como presidente de la Generalitat, algo que, a su juicio, le impide ahora hacer de jefe de la oposición. El líder moral de Junts cumple así con la predicción que realizó en abril, cuando aseguró que «no se imagina» como jefe de la oposición.

No obstante, en la misma entrevista que dijo eso también añadió: «No puedo hacer política activa si no tengo la responsabilidad de la presidencia», algo que no cumplirá, ya que por el momento mantendrá el escaño de diputado a la espera de que se le aplique la ley de amnistía, a la espera de la decisión del Tribunal Supremo, pero consciente de que el Tribunal Constitucional tendrá la última palabra.

Se trata de una nueva verdad a medias del expresidente, que ya prometió que regresaría a Cataluña para la investidura, pero lo hizo a través de una performance en agosto que consistió en un breve discurso en el paseo Lluís Companys y ni siquiera el amago de entrar al Parlament.

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