El laberinto catalán
Junqueras, reelegido presidente de ERC, amenaza con dejar sin presupuestos a Sánchez e Illa
El presidente electo de los republicanos se impuso en una votación muy ajustada
Oriol Junqueras ha derrotado a Marta Rovira y a Pere Aragonés y vuelve a ser presidente de ERC, pero el partido queda dividido en dos mitades prácticamente iguales. Esto es así porque en la votación celebrada este sábado Xavier Godàs, el candidato avalado por la secretaria general y el expresidente de la Generalitat, ha obtenido el 42% de los votos y se ha quedado a menos de 700 papeletas de derrotar a Junqueras, que estuvo 13 años al frente del partido.
El resultado fue muy apretado. En relación a la votación de la primera vuelta, la candidatura de Godàs captó 469 nuevos apoyos y Junqueras, sólo 280. Así, el congreso de ERC puede haberse cerrado en falso, dado que Godàs, en su comparecencia tras conocerse los resultados, dijo que «hoy no acaba nada». El ambiente a lo largo de la última semana ha sido muy tenso, con acusaciones mutuas de índole incluso personal entre Junqueras y Godàs.
Junqueras en su discurso, que se retrasó casi dos horas, insinuó que Gabriel Rufián seguirá al frente del grupo en el congreso: «Estoy a favor de la continuidad de lo que es bueno», dijo.
Presión al PSOE
Si bien Rufián puede respirar tranquilo, no parece que los socialistas tengan motivos para la relajación, dado que Junqueras ha advertido a los de Salvador Illa y Pedro Sánchez que «no habrá presupuestos hasta que se cumplan los acuerdos incumplidos». El reelegido líder de ERC ha ido más lejos al afirmar sobre los incumplimientos que «la pérdida de confianza de la gente hacia ERC se debe a esos incumplimientos, y esto no volverá a pasar».
Entre lo pactado con el PSOE para investir a Sánchez y con el PSC para hacer lo mismo con Illa están la transferencia a Cataluña de Cercanías Renfe, la condonación del 20% de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica y la creación de un sistema de financiación para Cataluña equivalente al concierto económico vasco, con capacidad para que la Generalitat recaude la totalidad de impuestos del Estado como IRPF, IVA o Sociedades y entregue al Estado una cantidad a determinar. Nada de todo esto se ha concretado hasta ahora, aunque se haya anunciado repetidas veces.
Si bien en la Conferencia de presidentes autonómicos celebrada en Santander el pasado viernes Sánchez se comprometió a la condonación de la deuda del FLA a todas la CC.AA, este anuncio no es suficiente para ERC. Los independentistas solo aceptan acuerdos bilaterales en los que no se vean implicados, ni beneficiados, el resto de comunidades.
Críticas al PSOE
Durante la campaña electoral interna para la elección de la nueva dirección de ERC, Junqueras ha ido in crescendo en sus críticas al PSC y al PSOE con el objetivo de ganarse las simpatías de los militantes que en la primera vuelta apoyaron la candidatura más radical, Foc Nou, que a la postre quedó eliminada en el primer turno.
Junqueras se ha negado a lo largo del proceso congresual a aclarar qué voto en la consulta que ERC hizo a sus militantes sobre si los diputados de ERC debían facilitar la investidura de Illa. En todo caso las posiciones sobre qué relación debe mantener ERC con los socialistas no son unánimes ni dentro del equipo del propio Junqueras.
Sin ir más lejos, su nueva secretaria general, Elisenda Alamany, es muy favorable a cerrar un pacto con Jaume Collboni para que los concejales de ERC, que ella lidera, entren en el gobierno municipal de Barcelona.
Junqueras se enfrenta a una presidencia con muchos frentes abiertos. Entre ellos, la competencia de Junts, la división dentro de su partido y la duda freudiana de qué hacer con Sánchez y con Illa, dado que si les deja caer por sus retrasos en cumplir con sus acuerdos el primer beneficiado puede ser su adversario electoral y archienemigo personal, Carles Puigdemont.