Illa adopta el buenismo en su discurso de Navidad omitiendo toda referencia al insolidario cupo catalán

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha hecho un alegato a «la fraternidad» en su primer discurso, con motivo de las fiestas de Navidad, como presidente. Y ha defendido que «cuando hemos fortalecido la fraternidad que une a personas y territorios» es cuando «hemos progresado más y a favor de todos». De hecho, su intervención ha estado plagada de continuas referencias a la fraternidad, mientras que en ningún momento ha mencionado el sistema de financiación singular, uno de los objetivos de su gobierno para el próximo año. Un 'cupo catalán' cuestionado precisamente por otras autonomías, por insolidario y por romper la caja común y el equilibrio entre territorios.

Illa no solo no ha mencionado esta espinosa cuestión, sino que tampoco ha hecho referencia a otras cuestiones de actualidad, a diferencia de sus predecesores en el cargo, y tampoco se ha referido, ni de forma indirecta, a los Presupuestos de la Generalitat, ni ha hecho apelaciones a cumplir acuerdos. Eso sí, lo que espera para el próximo año es conseguir una Cataluña más «cívica», más «amable» y más «próspera». Y esto, añadía, empieza por «pequeños gestos cotidianos», por «respetarnos, por escucharnos y por comprendernos».

En este sentido, Illa defienda que es importante «reforzar lo que compartimos» y vivir «nuestra diversidad como una riqueza», además de sentirse «merecidamente orgullosos» de lo que es Cataluña y de lo que ha conseguido «como país y como sociedad». Eso sí, pide no caer en la autocomplacencia y trabajar y esforzarse para que 2025 sea un año de esperanzas y que se traduzcan «en una vida mejor para todos». En este punto ha reconocido que hay «dificultades», pero también ha advertido que no hay que dejarse «arrastrar» por los discursos «cargados de odio o por el pesimismo». La historia demuestra, ha asegurado, que «Cataluña ha avanzado más cuando ha confiado en ella misma».

Desde la Galería Gótica del Palacio de la Generalitat, Salvador Illa ha reivindicado la fraternidad, porque «es el fundamento de cualquier sociedad, país o democracia». Pero también ha apelado a la paz. Ha asegurado que la Navidad «nos recuerda las raíces cristianas de nuestra sociedad, pero también nos recuerda los valores humanos más universales: paz y fraternidad».

Y ha lamentado que este 2024 haya sido testigo de «guerras cruentas y conflictos» que provocan sufrimiento y miles de víctimas. Ha recordado la situación que se vive en Gaza, en Siria o en Ucrania. Y desde Cataluña, ha asegurado, hay que «manteneros firmes en la defensa de la paz y del diálogo, como siempre hemos hecho».

Recuerdo a Valencia

Salvador Illa también ha tenido un recuerdo para la Comunidad Valenciana en su discurso. De hecho, ha enviado un «cálido abrazo» a los valencianos que «tanto están luchando para recuperar la normalidad después de la tragedia vivida pro la DANA» y ha dejado claro que Cataluña siempre «estará con vosotros» y estará con Valencia «hasta el final». Un abrazo que ha hecho extensivo a las personas que sufren «la soledad no deseada o que viven un mal momento por diferentes motivos».

El presidente de la Generalitat ha acabado su discurso con esa apelación a respetarse, escucharse y comprenderse y con un «muchas gracias, mucha suerte y muy buen año a todos y todas». Un final diferente al de otros presidentes de la Generalitat. Así, por ejemplo, Pere Aragonès, en su intervención de 2023 por Navidad, acabó con un «Viva Cataluña y Viva la Libertad». Quim Torra confiaba en estar preparados para «el año de la libertad, que ya se acerca. Queridas y queridos compatriotas, os deseo a vosotros ya vuestras familias un Buen Año 2019». Y Carles Puigdemont se despedía deseando que 2018 fuera un año «próspero, un año de progreso y un año de harmonía en que disfrutemos de los valores fundaciones dela república: libertad, igualdad y fraternidad. Muchas gracias y buen año 2018 a todos».

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