Vicente Mariner Gimeno

Vicente Mariner Gimeno, ejecutado en 1936

La ingeniería social de la izquierda

Víctimas excluidas y olvidadas por las leyes sectarias de Memoria

Aunque pretende aclarar la «definición de las víctimas», en ninguno de los párrafos se habla de aquellos que fueron represaliados en la retaguardia catalana

Si uno analiza el artículo 14 del proyecto de Memoria Democrática que ha aprobado el Gobierno de Salvador Illa se da cuenta que es sectario. ¿Qué queremos decir? Aunque pretende aclarar la «definición de las víctimas», en ninguno de los párrafos se habla de aquellos que fueron represaliados en la retaguardia catalana. Se habla mucho de los que sufrieron privación de libertad o el internamiento en prisiones, campos de concentración franquistas, batallones de trabajadores o batallones disciplinarios de soldados trabajadores.

También incluye a los que fueron internados en campos de concentración franceses, alistados en compañías de trabajadores extranjeros o grupos de trabajadores extranjeros en Francia o sus colonias, sometidos a trabajos forzados por la Alemania nazi, o internados en campos de concentración y de exterminio nazis o en el Gulag soviético. O aquellos que murieron o desaparecieron fuera del territorio de Cataluña debido a su participación en el conflicto bélico como combatientes o en la lucha antifranquista.

No se habla de los represaliados en manos de las patrullas de control, en los cementerios, tanto clandestinos como oficiales, en la cementera Asland, en los pozos de Sarriá, en las chekas, en la puerta de su casa, en una calle, en la Rabassada… Todos estos no forman parte de ella. Por eso, para dar luz a la memoria histórica y democrática, hablaremos de algunos de los que no merecen el reconocimiento de las instituciones.

Pablo Gil Pascual nació en Vandellós (Tarragona) el 11 de febrero de 1896. Agricultor. Casado. Lo asesinaron el 25 de julio de 1936. Su hija, María Lourdes Gil Casanovas comentaba «el 21 de julio se marchó a Vandellós. Allí le fueron a buscar un grupo de socialistas de Reus, trasladándolo a la prisión. Cuando supimos que estaba allí, mi tía María fue a ver a un primo nuestro que era de la FAI, para ver que podía hacer. Este señor dijo que si Pablo no renegaba de su fe y su carlismo, no había nada que hacer, y que si lo llevaban al Barco de Tarragona, ya le podíamos dar por muerto, pues de allí no salía nadie con vida... Por alguien que salió de allí, supimos que para comer les tiraban lechugas enteras sin lavar y que pasaban mucha hambre… En cuanto al modo de sacarlos del barco, por testimonios que lo vieron, dicen que lo ataron como si fuera un saco, con hilo eléctrico, desde la cabeza a los pies y tirado como un bulto al camión».

Jaime Campmany nació en Badalona el 1 de noviembre de 1879. Carnicero. Casado con Antonia Cristany Galceran, tuvo 5 hijos. Teniente alcalde del Ayuntamiento de Badalona. El 13 de marzo de 1937 lo detuvieron y trasladaron a la checa de San Elías, donde lo asesinaron el 16 de marzo de 1937. Luis Solá Escofet, el 19 de mayo de 1940, escribió en El Correo Catalán que «era uno de los más entusiastas tradicionalistas de la vecina ciudad de Badalona, donde ostentó varios cargos, entre ellos, la presidencia del Círculo Tradicionalista. Católico militante, cuyas actividades en el Círculo Católico de dicha ciudad, y su ejemplar vida modelo de padre amante y cristiano fue apreciada por todos, motivos todos ellos para convertirse en presa deseada de los sin Dios, quienes le dieron muerte en San Elías en la noche del 16 de marzo de 1937».

En la esquela que se publicó uno podía leer «José Colom Vidal. Sublevado el 19 de julio de 1936, y fusilado el 6 de diciembre del mismo año, en los fosos de Santa Elena del Castillo de Montjuïch, a los 21 años de edad». Antes de ser fusilado escribió una carta de despedida...

“Papás y hermanos: Siento en el alma el mal rato que vais a pasar. Cuando esta tarde estaba con mamá, yo no sabía nada de la ejecución de mi sentencia, pero cuando ha entrado aquel sargento preguntándome el nombre, tuve un pensamiento y volví a besar a mamá; aquel beso era para todos vosotros.

Mamá muero muy valiente y contento de morir por una Causa tan Santa y que tantas vidas ha costado y cuesta. Pero tenga en cuenta que en casa de seis sólo le faltará uno, a Dios gracias, y, en cambio, hay familias que de seis sólo quedan dos.

Papá, pobre papá, cuantos disgustos le he dado, perdóneme lo que le he hecho sufrir. Hay que ver como se baten los Requetés, al fin podrá ver cumplido lo que tanto deseaba.

Martín, cuando esto leas no te enfades ni maldigas, ponte tranquilo y veo como muere uno que lleva tu apellido, cúrate del todo y acaba de una vez tu carrera.

Ramón, quisiera que cuanto te enteraras de mi muerte, estés completamente fuera de peligro. Pero no por esto has de pensar en venganzas y cosas así, perdona como yo perdono a los desgraciados que ciegos, hacen daño y matan a personas buenas.

Santiago, quedas de hermano pequeño, a ver como te portas, el que lo era hasta ahora no lo hacía del todo mal. Sé bueno y obedece a mamá. Cuando vayas a Nuria, reza tres Ave-Marías por mí.

Hasta la vista, ahora me doy cuenta de lo que os quiero a todos. Os besa vuestro hijo y hermano.- José”.

José Piñol Ballester nació Lloá (Tarragona) el 31 de agosto de 1893. Propietario agrícola. Según cuenta su hija que «formaron un piquete, y en presencia de mi padre, fusilaron a sus cuatro compañeros y amigos, José Escoda, José Mª Castellví, José María Matret, y Ferrús, cuyo nombre ignoro. Seguidamente se llevaron a mi padre hasta el Castillo de Falset, prisión de Partido, y allí pasó los días 22 y 23, sin que le procuraran alimento alguno... Cuando se lo llevaron para asesinarle, tenía el pecho y espalda, llenos de heridas, según nos manifestó el carcelero encargado de su custodia… Nosotros no hemos tenido el consuelo de dar sepultura cristiana a sus restos, pues ignoramos el lugar donde descansan».

José Canadell Ullastre nació en Torelló (Barcelona) en el año 1913. Fue asesinado el 29 de agosto de 1936, en el cementerio de la Mambla. José María Villar escribió que «alrededor de la media noche, su hermana Dolores, acompañada de su prima Anita Ullastre, se personaron delante del Comité, por si querían darles alguna explicación de que le había pasado a su hermano. La respuesta del Comité fue contundente, «está donde se merece estar». Al día siguiente la familia y algunos parientes salieron a buscarlo. Finalmente lo encontraron asesinado cerca del cementerio de la Mambla».

A Francisco Javier de Alós de Dou lo detuvieron junto a José Benito de Alós Mateu y Joaquín Bruguera Sarriera. Del cuartel de Pedralbes fueron trasladados a la carretera de Cornella. Allí recogieron al sepulturero. En la misma carretera los hicieron bajar del coche, estando aquella escena iluminada por los focos de otro vehículo. Acto seguido fueron asesinados.

Pedro Godayol Sala nació en Manlleu en 1903. Estaba casado. Metalúrgico. Asesinado el 30 de agosto de 1936 en el cementerio de Torelló. Según el informe realizado por las personas que descubrieron el cadáver, éste presentaba el cráneo aplastado y los órganos genitales arrancados.

Vicente Mariner Gimeno nació en Nules (Castellón) el 19 de junio de 1883. Apoderado y director de Banco Catalán Hipotecario. Al despedirse de sus familiares dijo «no lloréis; pensad que me he ido de viaje. Si vuelvo bien y si no, recordad que bienaventurados son los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos». El 14 de diciembre de 1936 sus familiares fueron a la cheka de la calle San Elías. Uno de los milicianos les dijo «ese ya está liquidado». Su cadáver apareció en el cementerio de Montcada y Reixach. La ejecución se había producido la madrugada del 14 de diciembre de 1936. Dos tiros en la nuca acabaron con su vida.

Hemos hablado de estos, pero podríamos seguir con Sant Feliu de Llobregat, Igualada, Olot, Solivella, La Fratarella, los barcos prisión, los centros de represión, el SIM, aquellos que sirvieron de alimento a los cerdos... Todo esto, por desgracia, quedará olvidado y no formará parte de la memoria democrática. Y uno se pregunta ¿un católico, un ateo, de origen o no catalán, con ideas de derechas o liberales, comerciante, empresario o empleado, con o sin familia, con un cierto nivel económico, no se le considera demócrata por no abrazar el nacionalismo catalán, el pensamiento de izquierdas o el anarcosindicalismo y por eso no merece formar parte de la memoria democrática?

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