La consellera de Igualdad, Eva Menor, entrega el premio a la directora de 'Les culpables'

La directora de 'Les culpables', Marta Durán, recoge el galardón, dotado con 50.000 eurosGeneralitat de Cataluña

Cultura de la muerte

El Gobierno financió con 455.000 euros la «atroz» película proabortista premiada por la Generalitat

El documental 'Les culpables' recibió subvenciones tanto del gobierno catalán como del Ministerio de Cultura

El documental Les culpables, dirigido por Marta Durán, recibió este miércoles el Premio Laya a mejor largometraje, un galardón dotado con 50.000 euros que entrega el Departamento de Igualdad y Feminismo de la Generalitat de Cataluña. El objetivo el premio es, según el gobierno catalán, promover «la reflexión y el conocimiento de los derechos civiles y políticos», un saco en el que —vista la película escogida— también parece entrar el aborto adolescente.

Les culpables («las culpables») pretende «romper el silencio, la vergüenza y el tabú en torno al aborto adolescente», según destacan desde el gobierno catalán. Un esfuerzo por abrir «una conversación más sana y empática» que se traduce en un apoyo al aborto de las menores de edad, como queda patente en la página web oficial de la película, que incluye links a varias webs para abortar y un teléfono gestionado por «personas pro-elección» para facilitar el proceso.

El documental aún no está terminado, y sus creadores prevén estrenarlo a lo largo de este año. Será el final de un camino, por otro lado, regado con dinero público, ya que Les culpables —coproducido junto a 3Cat, la plataforma digital de la televisión pública catalana—, recibió entre 2022 y 2023 subvenciones por valor de más de 455.000 euros, según ha podido comprobar El Debate.

Ayudas de la Generalitat y Cultura

Estas ayudas proceden tanto de la Generalitat, a través del Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC), como el Ministerio de Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). En concreto, según se recoge en las respectivas memorias anuales, el ICEC concedió a Boogaloo Films en 2022 una primera subvención de 25.000 euros para la película.

El año siguiente, Les culpables recibió otras dos subvenciones del ICEC, como parte de las subvenciones plurianuales para la producción de largometrajes cinematográficos. A la citada Boogaloo Films se le concedieron 202.440 euros, de los cuales en 2023 se pagaron 80.976 euros, mientras que a Guspira Films —la otra productora detrás de la película— se le asignaron 37.560 euros, de los que se pagaron ese año 15.024 euros.

A estas subvenciones catalanas hay que sumarle las del Ministerio de Cultura, que en marzo de 2023 concedió a Les culpables una subvención de 190.006,65 euros, como parte de las ayudas llamadas «selectivas» al cine español. Esta cantidad se dividió en 160.270,61 euros por Boogaloo y 29.736,04 euros por Guspira. Entre todas las subvenciones, de hecho, superan el presupuesto previsto por los creadores del documental, que en el XIX Foro de Coproducción de Documentales de San Sebastián hacía constar una cantidad estimada de 400.014 euros.

«Una auténtica aberración»

La concesión del Premio Laya a una película proabortista que anima de facto a las adolescentes a abortar en lugar de ofrecer alternativas ha indignado tanto a la oposición política como a colectivos provida catalanes. La diputada de Vox en el Parlament María García Fuster considera «una auténtica aberración que intenten hacer creer a los adolescentes que este es el camino correcto».

«No solamente nos parece una atrocidad que se premien películas con este contenido. Lo que nos parece una atrocidad es que se divulguen», insiste en declaraciones a El Debate. Para García Fuster, el final de este camino es la «deshumanización», y ha reivindicado la labor de su partido como «el único grupo en la Cámara catalana que defiende la vida sin fisuras y señala el aborto como una atrocidad».

Para Daniel Arasa, presidente de CinemaNet y de la Plataforma por la Familia, el premio es «una vergüenza más de la Generalitat» y una «lacra» para el gobierno de Salvador Illa. «Es una política indigna, una monstruosidad que además pagamos entre todos», lamenta, y señala que lo más insidioso de la cinta es el intento de «acallar la conciencia» y banalizar el síndrome del postaborto.

Arasa recuerda la reciente entrega de la Cruz de Sant Jordi a la asociación pro-eutanasia Derecho a Morir Dignamente, y señala que tanto aquello como el reciente premio son muestras de una agenda que promueve «la cultura de la muerte». «Algún día verán el desastre que esto significa», concluye.

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