Mariona Rebull, el reflejo de la burguesía catalana

Si una película marca a la sociedad española de los años cuarenta del siglo XX, fue la que se estrenó el Sábado de Gloria de 1947 en el cine Coliseum de Barcelona. El título era Mariona Rebull. Dirigida por Luis Sáez de Heredia estaba interpretada por José María Seoane, Blanca Silos, Sara Montiel, Rosa Yarza, Candida Suárez, Tomás Blanco, Manrique Gil, Rafael Bardem, Alberto Romea y Carlos Muñoz.

La película se filmó en Barcelona y se convirtió en todo un acontecimiento social. Recaudó nueve millones de pesetas. El guion estaba basado en una novela de Ignacio Agustí Peypoch, fundador del premio Nadal de literatura. Como escribió Rafael Borrás…

«Su fama como escritor es posterior a la contienda, en cuyo transcurso fundó en Burgos, con otros catalanes adheridos a la España de Franco, el semanario Destino, que, a partir de 1939, con la redacción ya en Barcelona y con Agustí como director, apostó de manera decidida, en los años difíciles de la Segunda Guerra Mundial, por el triunfo de los aliados frente a las potencias del Eje, cosa que le reportó más de algún disgusto y alguna satisfacción, como la Medalla del Rey por el Servicio a la Causa de la Libertad con la que el gobierno de Su Majestad Isabel II reconoció, años después, su objetiva presentación y cuidadoso e imparcial análisis de las noticias procedentes de los teatros de la guerra y de la Gran Bretaña, y su evidente disposición a creer que la Gran Bretaña y sus aliados no serían derrotados sino prevalecerían al fin».

Su obra más importante es La ceniza fue árbol. Formada por cinco novelas que se titulan Mariona Rebull (1943), El viudo Rius (1944), Desiderio (1957), Diecinueve de julio (1965), Guerra civil (1972). El hilo argumental se centra en la Barcelona de finales del siglo XIX y la guerra civil española.

Mariona, hija del joyero Desiderio Rebull, conoce a Joaquim Rius, un fabricante de tejidos, hijo de un indiano de origen humilde. El padre de Mariona no ve con buenos ojos aquella relación. El día de la puesta de largo de su hija invita al pretendiente, habla con él y al final se casan. Mariona queda embarazada y ya en los primeros meses de gestación comienzan a aparecer los primeros problemas entre la pareja. El alejamiento se intensifica porque Joaquín trabaja intensamente y se olvida de su familia. Mariona se siente atraída por Ernesto Villar, antiguo compañero de estudios de Joaquín y envidioso de su fortuna.

Una noche se entrega a él después de una violenta discusión entre los tres. En otra ocasión, en una velada de ópera en el Liceo, Mariona abandona el palco en un descanso para ir a saludar a unos amigos dejando sólo a Joaquín. Una bomba anarquista, arrojada a la platea, siembra la muerte. Entre ellos Mariona y Ernesto que, Joaquín los encuentra en un palco del segundo piso, muertos por la onda expansiva.

La trama amorosa sirve como eje para mostrar el crecimiento de Barcelona en las fases de prosperidad y desarrollo, a la vez que pinta un retablo costumbrista de la época de la I Exposición Universal y de los años siguientes.

El viudo Rius es la segunda novela de la serie. Joaquín Rius ha quedado viudo prematuramente y se siente solo. El personaje es un fiel representante de la burguesía barcelonesa en su apogeo, trabajador y tenaz. Pero la verdadera protagonista es la ciudad, el colectivo que vive su ascenso a la metrópoli europea. Junto con su evolución aparecen las graves crisis sociales y económicas, la crisis de la industria textil, las luchas obreras, y la pesadilla anarquista que culmina con la Semana Trágica de julio de 1909.

Desiderio es la tercera novela de la serie. En esta entrega aparecen nuevos personajes que se suman a la tercera generación de los Rius. Barcelona es una ciudad en fiestas y manifestaciones deportivas, casas de juego y clubes elegantes. Podría ser cualquier capital cosmopolita, sin una forma específica y con escaso carácter. Desiderio Rius, señorito sin cabeza, con ideales sociales y políticos, prepara su educación hasta que debe casarse prematuramente con Christa, su compañera de diversiones.

Los usos burgueses del siglo XIX se han perpetuado en el XX y una generación saca partido del trabajo del anterior y así vive Desiderio Rius, sin iniciativas y practicando la ética del placer de la vida, pero alejado del mundo del comercio y el dinero con el que vivió su padre y del placer que sintió su abuelo cuando se hizo rico. Es un documental histórico de la nueva imagen de Barcelona, que ha pasado de ser un imperio industrial a una ciudad mundana y ruidosa.

La ceniza fue árbol es una visión moral y nostálgica de Barcelona desde finales del siglo XIX hasta el primer tercio del XX. La historia se sigue a través de los avatares de una familia de industriales, los Rius, historiada desde los primeros momentos del ascenso hasta la decadencia. Plantea la ascensión de la clase burguesa a través del tiempo, los cambios que la traen desde una vida artesanal hasta la sociedad industrial, culta y refinada, truncada por la guerra civil española.

Sergi Doria, encargado de la reedición de estas novelas, escribe que deben reivindicar estas novelas por «sus virtudes como testimonio de la vida Barcelonesa de finales del XIX en la guerra civil, y, sobre todo, del papel contradictorio de la burguesía catalana en ese agitado período que explica muchos de los malos de nuestra sociedad civil».

La obra de Agustí fue defenestrada a partir de 1960. Fue considerado como un inmovilista del régimen y, ya con la transición, se le consideró un escritor del siglo XIX. Lo cierto es que Agustí puede encuadrarse dentro de los escritores europeos que creó una gran saga familiar, los Rius. Es un autor hoy en día por redescubrir. Un dato complementario. Azorín le consideró como la gran promesa de la novelística española.