De tapar la bandera a no jugar con España y sí con País Vasco: los feos de Iñigo Martínez a la selección española

La selección española vuelve a escena este jueves para afrontar los cuartos de final de la Nations League ante Países Bajos. Será una eliminatoria a ida y vuelta donde el premio es clasificar a la Final Four del mes de junio. España defiende el título, pero Luis de la Fuente no podrá contar con los 27 futbolistas a los que llamó en un principio. Iñigo Martínez, Marc Casadó y Bryan Zaragoza han sido baja por lesión.

La ausencia de los dos últimos no genera dudas, están lesionados y dolidos por faltar a esta gran cita. En cambio, el caso de Iñigo Martínez ha dado mucho que hablar y hay quien piensa que no quiere jugar con España, pues la lesión que ha alegado para no ir se una a otras polémicas que ha tenido a lo largo de los años.

«Las pruebas realizadas han confirmado que Iñigo Martínez tiene una parameniscitis interna de la rodilla derecha. El futbolista realizará tratamiento en Barcelona bajo la supervisión de los servicios médicos del club», publicó el club en un comunicado el lunes por la mañana, tras la victoria ante el Atlético de Madrid por 2-4 en el Metropolitano. Hasta aquí todo normal, pero llamó la atención que el club no diese tiempo de baja –sí lo hizo con Casadó– y que además Martínez no dio señales de estar tocado durante el partido.

Aun así, los servicios médicos del Barcelona, como profesionales que son, tienen toda la credibilidad del mundo y todo indica que la lesión del jugador azulgrana es real. De hecho, Unai Simón salió a defender al jugador por quienes cuestionan su ausencia. «Me parece mal dudar de un jugador como Iñigo Martínez. Estoy seguro de que hubiese querido estar aquí. Me parece una falta de respeto dudar de él», aseguró en rueda de prensa el guardameta.

Los precedentes de Martínez

Vaya por delante que en ningún momento se pretende dudar de la profesionalidad de Iñigo Martínez, pero su nueva ausencia en la selección española hace que resulte interesante repasar sus otras ausencias con España, que no son pocas. Además, incluso dentro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hay quienes piensan que el central de Ondárroa se ha 'borrado' de la convocatoria y no quiere volver a ser llamado por Luis de la Fuente.

Su primer episodio polémico ocurrió en 2018. En aquel momento el defensor militaba en el Athletic Club y tras ser llamado argumentó una lesión para faltar a la cita. La cosa es que no fue con España, pero sí jugó con su club y también con la selección de País Vasco, motivo por el que tuvo que salir a dar explicaciones. «Un malentendido entre los servicios médicos», argumentó.

Tres años después, cuando llegó el momento de conocer los convocados para la Eurocopa 2020 –se disputó en 2021 por la covid– Iñigo Martínez le comunicó a Luis Enrique que no quería estar en la lista alegando problemas psicológicos. No se dio mucha más información, pero el defensor vasco renunció a jugar un torneo para el que hubiese estado convocado. «Llegas a entrenar, y no disfrutas como se debe en el fútbol. Hay que saber decir basta, hasta aquí he llegado y tengo que parar», explicó.

De este asunto, en el que toda la selección y también el mundo del fútbol le mostró su apoyo, pasamos a su regreso con España. En junio de 2022, todavía con Luis Enrique a los mandos, se desató una nueva polémica y se acusó a Iñigo Martínez de odiar a España por tapar una bandera que venía en la camiseta. El vizcaíno dobló su manga haciendo que no se viese la bandera y el periodista Javier Alba lo denunció en redes, lo que hizo muchísimo ruido.

«Iñigo Martínez se doble la manga con la Selección para que no se vea la bandera de España», denunció el periodista en redes. Ese post tuvo numerosas respuestas demostrando que el jugador siempre se dobla las mangas, pero no convencieron a Javier Alba, que aseguró que Iñigo «sabía perfectamente que estaba tapando la bandera de España».

Estas son todas las polémicas que han acompañado a Iñigo Martínez en la selección, sitio al que todo indica que ya no volverá. Para cada debate, hubo una respuesta, pero la polémica está servida.