Ciudad
El fiasco de la fiesta mayor de barrio más popular de Barcelona: ¿qué está pasando en Gracia?
Las desavenencias entre las cuadrillas de pirotecnia han llevado a que las fiestas del barrio se celebren sin buena parte de los actos planificados
Las fiestas del barrio de Gracia de Barcelona son, con permiso de la Mercè, el evento de este tipo más popular del verano en la capital catalana. Cada año, miles de vecinos y turistas pasean por las calles engalanadas para la ocasión, cada cual más imaginativa que la anterior. Este agosto, no obstante, las fiestas de Gracia han empezado con un chasco.
El pistoletazo de salida tuvo lugar este miércoles, con el pregón a cargo de los gegantons Torradet y Gresca, dos figuras festivas tradicionales del barrio. Sin embargo, fue un arranque deslucido, ya que empezó sin el pasacalle previo de las colles –el equivalente catalán a las cuadrillas o pandillas–, previsto para las 18,30 horas pero finalmente cancelado.
El fiasco no termina aquí: las fiestas de Gracia tampoco contarán con actividades de fuego o pirotecnia, como los tradicionales correfocs, ya que el Ayuntamiento ha denegado los permisos a las colles participantes. Tampoco se celebrarán muchos otros actos que cuentan con la participación de grupos de gigantes o trabucaires –grupos armados con trabuco–, y tampoco de las formaciones musicales de tabalers o grallers.
Guerra abierta entre cuadrillas
El motivo es el conflicto abierto entre la Coordinadora de Colles de Cultura y la Colla Vella de Diables de Gracia: el consistorio considera que no se dan las circunstancias indispensables para llevarlas a cabo a raíz de las discrepancias entre ambas entidades. Una guerra interna entre asociaciones que se remonta varios meses atrás, e incluso años, en los que la Colla Vella –la más antigua del barrio– ha manifestado sus discrepancias operativas con la coordinadora.
El conflicto llegó a un punto de aparente no retorno en las fiestas de Gracia del año pasado. En aquel momento, la Colla Vella encendió sus petardos en la calle Gran de Gràcia, a pesar de la negativa de la coordinadora. En respuesta a este desacato, las otras compañías les cerraron el paso en el acceso a la plaza de la Vila.
Un año después de aquello, y tras dos días a contrarreloj intentando recoser de urgencia un conflicto enquistado entre las entidades de cultura popular, el roto sigue a la vista, y la víctima ha sido el programa de actividades de las fiestas.
Mirando hacia adelante, fuentes de las colles deslizan a El Periódico que la situación podría enquistarse y repercutir dentro de unas semanas en los actos de la Mercè, la fiesta mayor de Barcelona.