Exterior de la discoteca donde tuvo lugar la pelea

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Tribunales

La acusada de matar a una joven en la salida de una discoteca se derrumba y confiesa: «Lo siento de corazón»

Su presunta cómplice niega que atacara a la víctima y se desmarca de la agresión

«Nunca fue mi intención causarle tanto daño, no pensaba que había hecho lo que había hecho», ha confesado la presunta autora del crimen de Kristen, una joven de 19 años que fue asesinada el 28 de junio de 2020 a la salida de la discoteca Capitolio, en Cornellà de Llobregat (Barcelona).

Frente al jurado popular que la juzga en la Audiencia de Barcelona, la presunta asesina ha pedido perdón «de corazón», y ha explicado que se asustó porque la víctima era más alta que ella y creía que iba también armada. Así, ha añadido que el suceso destrozó su vida, y que no quería hacer lo que hizo.

La procesada, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogado, Carlos Echevarri, ha reconocido que apuñaló a Kristen hasta en dos ocasiones, pero ha intentado convencer al jurado de que lo hizo bajo los efectos del alcohol y las drogas, durante un arrebato y que «nunca» tuvo la intención de matarla.

Alcohol y drogas

Según su relato, ella y su marido estaban sentados en el reservado de la discoteca, y se bebieron una botella de whisky mientras se les unía su prima con su marido, así que pidieron otra. «Antes de entrar a la discoteca me bebí dos o tres copas y allí, cinco o seis», ha asegurado, además de consumir un gramo de cocaína, una adicción de la que asegura que se ha deshabituado tras su ingreso en prisión provisional en septiembre de 2020.

Cuando salieron de la discoteca se comieron un bocadillo apoyados en el coche y, según su versión, ella y su prima -acusada como presunta cómplice- se subieron al coche porque estaban cansadas, pero un hombre latino empezó a increparla, faltándole al respeto. El joven, que declaró como testigo en el juicio, y el marido de la presunta asesina se enzarzaron en una pelea.

«En ese momento me dijo que le diese la navaja» ha declarado la principal acusada con respecto a su marido, que estaba muy alterado, pero ella asegura que se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón con el objetivo de evitar que la usara y que alguien resultase herido. Así lo hizo hasta que vio que una chica, Kristen, le propinó una patada a su esposo que lo hizo caer al suelo, recoge Europa Press.

«De manera instintiva cogí y salí corriendo detrás de ella y cuando llegamos a la valla le pregunté '¿Quién eres tú?, ¿Por qué le has pegado esta patada?'» a lo que, siempre según su versión, la chica preguntó que si le iban a pegar entre las dos, ella y su prima, y le pegó un manotazo.

«Saqué la navaja para asustarla porque tenía miedo», ha dicho, por lo que Kristen, al ver el arma, le dio una patada en el brazo derecho para desarmarla. Su reacción le hizo pensar que la víctima también tenía un arma blanca, aludiendo a los nervios o al estado en el que estaba, por lo que, «como en un autorreflejo», la apuñaló.

«La pinché dos veces»

«Sí, la pinché dos veces, pero no pensé que la hubiese pinchado más arriba de las piernas ni del culo», ha confesado frente al jurado popular, mientras que la otra procesada, su prima, acusada como presunta cómplice, ha negado su participación y ha asegurado que no tocó a la muchacha.

Reconoce que corrió tras ella junto a la principal autora de los hechos, pero al llegar a la valla sostiene que se retiró del lugar porque quería reencontrarse con su marido y que si no se entregó hasta septiembre fue porque, como su prima estaba en paradero desconocido, temía que la acusaran a ella como autora de un asesinato.

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