El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, preside la misa de la Mercè, en la Basílica de la Mercè, a 24 de septiembre de 2024, en Barcelona, Cataluña (España). La misa se celebra como parte de las celebraciones de las Fiestas de la Mercè, fiesta mayor de Barcelona. Hoy, 24 de septiembre, se celebra el día de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona. La fiesta dura cerca de una semana y tiene lugar en diversos espacios públicos de la ciudad.

Kike Rincón / Europa Press
24/9/2024

El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, preside la misa de la MercèEuropa Press

Religión

El cardenal Omella pide a los políticos y las instituciones unirse contra las «nuevas formas de esclavitud»

El arzobispo de Barcelona ha presidido la misa de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad, a la que han acudido las principales autoridades catalanas

Para el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, la actitud de María en las bodas de Caná es el ejemplo que políticos e instituciones han de seguir si quieren trabajar juntos por el bien común. Así, de la misma manera que la Virgen supo estar atenta a la realidad, ver una carencia y actuar para solucionarla –«No tienen vino»–, los agentes sociales han de unirse para «mirar y velar por el bien común».

Así se ha expresado el cardenal este martes en la homilía de la tradicional misa celebrada en honor a Nuestra Señora de la Merced, patrona de Barcelona. Una celebración que, por primera vez desde 2014, ha contado con la presencia al mismo tiempo del presidente de la Generalitat y el alcalde de Barcelona; Salvador Illa y Jaume Collboni, respectivamente. Esto, que era lo habitual, se rompió con Ada Colau, que nunca asistió a la misa de la Mercè.

En la basílica estaban también presentes el presidente del Parlament, Josep Rull; los consellers Albert Dalmau (Presidencia) y Ramon Espadaler (Justicia), o el director general de los Mossos, Josep Lluís Trapero, además de los representantes municipales del PP, Vox y Junts. A todos ellos y al resto de autoridades se ha dirigido especialmente Omella, pidiéndoles un esfuerzo para luchar contra “las nuevas formas de esclavitud".

Entre estas, ha incluido a los enfermos y los ancianos que viven solos, las personas en paro, los presos que salen de la cárcel, las víctimas de las mafias de tráfico de personas, los jóvenes que viven «sin sentido» y caen en las drogas u otras adicciones, o las personas inmigrantes. «María nos llama a superar las miradas desviadas y nos quieres sentados a la misma mesa, trabajando por el bien común», ha insistido el cardenal.

La mirada «inquisitiva»

En su homilía, pronunciada en catalán y castellano, el arzobispo también ha alertado de una deformación de la mirada que impide acercarse con amor al otro. «Un problema de las nuevas tecnologías es que nos han cerrado la mirada, la han secuestrado», ha dicho, y ha advertido de la existencia de una «mirada inquisitiva» en medios de comunicación y redes sociales.

«Parece que todos somos inquisidores al acecho del error de quien tenemos delante», ha lamentado Omella, rechazando la «tentación de criticar hasta despellejar». Ha recordado las llamadas evangélicas a no juzgar para no ser juzgados, y ha recordado que «María siempre bendice y mira con amor».

Omella ha recordado el ejemplo de san Pedro Nolasco, fundador de los mercedarios, y ha expresado su agradecimiento a esta orden por ser «embajadores de Barcelona por todo el mundo», ya que en su escudo se incluye el escudo de Barcelona.

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