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Sociedad

El ayuntamiento de Sant Cugat (Barcelona) recula y prohíbe la gymkana que invitaba a «apuntar al facha»

El consistorio ha argumentado que estas acciones «pueden alterar la convivencia» y, por tanto, no han sido autorizadas

El Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès ha denegado el permiso para la realización de unas actividades organizadas por la entidad juvenil Arran, vinculada a la CUP, que estaban previstas para el próximo viernes 25 de octubre, según una información de El Mundo. Entre estas actividades se incluían acciones polémicas como «Apunta al facha» o «Rompe el cordón policial», las cuales fueron presentadas por Arran como un acto de protesta contra la privatización de los espacios públicos de ocio y la burocratización de las fiestas mayores.

El consistorio ha argumentado que estas acciones «pueden alterar la convivencia» y, por tanto, no han sido autorizadas. Esta decisión llega después de que sectores de la derecha reaccionaran con indignación, recordando un precedente ocurrido en Granollers, donde un taller de «guerrilla urbana» dirigido a menores causó controversia.

El Partido Popular de Sant Cugat ha denunciado públicamente que formaciones como Junts y Esquerra Republicana, que gobiernan el municipio, permitan la programación de estas actividades. Álvaro Benejam, presidente del PP en la localidad, ha afirmado que Arran «incita al odio y la violencia» y ha exigido al alcalde, Josep Maria Vallès, de Junts, que impida la realización de este evento.

En ese contexto, el PP ha recordado al Consistorio que cualquier acto en un espacio público necesita del permiso municipal correspondiente, y ha advertido que, de ser necesario, solicitarán responsabilidades judiciales a quienes permitan la realización de estas actividades.

Polémica anterior en Granollers

Este incidente en Sant Cugat del Vallès recuerda a la polémica generada durante las fiestas de Granollers en agosto, cuando la Colla dels Blaus organizó un taller para menores en el que se simulaba una «guerrilla urbana» con el lanzamiento de cócteles molotov contra furgones policiales.

Ese evento desató una ola de críticas y denuncias por parte de sindicatos policiales, quienes llevaron a la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell, ante la justicia por delitos de odio e injurias graves contra los cuerpos de seguridad del Estado.

El taller fue promovido por el propio Ayuntamiento de Granollers, que se hizo cargo de los costes, lo que intensificó las críticas y denuncias ante la Fiscalía Superior de Cataluña.

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