Collboni copia la estrategia de Colau y nutre a la federación de asociaciones de vecinos con 320.000 euros

Aunque Ada Colau ya no es alcaldesa de Barcelona, parece que las costumbres adquiridas no se han perdido en el nuevo consistorio socialista, liderado por Jaume Collboni. En concreto, las costumbres hacia la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB), que acaba de firmar un convenio con el Ayuntamiento por valor de 323.372 euros.

Según adelanta Metrópoli abierta, se trata de un convenio relativo al desarrollo del proyecto «el movimiento vecinal en lucha por la defensa de los derechos de la ciudadanía», y está supeditado a que la FAVB se aleje del radicalismo ideológico que la ha marcado en los últimos años, un alejamiento que responde a la progresiva disolución de su núcleo duro.

Vinculados directamente con el gobierno de Colau, esta los subvencionó con 4 millones de euros durante su mandato, en varias subvenciones menores, para que votaran a favor de ella en las elecciones municipales. Con la marcha de Colau, el núcleo duro vinculado a ella ha perdido peso. Solo dos siguen marcando cierto perfil: Albert Recio, vicepresidente primero, y Ana Menéndez, vicepresidenta segunda.

Vasos comunicantes

En su momento, el presidente de la FAVB fue Lluís Franco Rabell, que se quitó el primer apellido y encabezó la lista electoral Catalunya Si que es Pot, vinculada a Colau y Podemos, en 2015. Antes de entrar en el Parlament, Colau le otorgó una subvención de 475.525 euros a la asociación, que evidentemente repercutieron en su elección como diputado.

Otros miembros de la entidad, como Mercedes Vidal, Jordi Bonet o Marc Andreu, entraron a formar parte del consistorio barcelonés. La primera como concejal de Movilidad, con un sueldo de 84.532 euros anuales; el segundo como asesor de alcaldía, con un sueldo de 51.298 euros anuales, y el tercero también como asesor, con el mismo sueldo.

Collboni está haciendo lo mismo y ahora subvenciona un proyecto que tiene la finalidad de defender los derechos de la ciudadanía promoviendo «una justicia social para una ciudad sostenible, accesible, feminista, diversa e inclusiva, que favorezca la inserción social». Esta iniciativa debe servir para consolidar el movimiento vecinal de la ciudad y fortalecer el tejido social comunitario.

En concreto, el dinero de la subvención debe utilizarse específicamente para desarrollar trabajos de asesoría administrativa y jurídica, para la realización de estudios y para la implementación de una estrategia de género. La federación debe, también, formar al personal técnico de las entidades que colaboren con la agrupación vecinal y difundir sus proyectos, entre otras cuestiones.