Parte del Turó Park en Barcelona.

Parte del Turó Park en Barcelona.Oh-Barcelona.com (flickr)

El jardín barcelonés que fue parque de atracciones en su pasado

Lo que hoy es un remanso de tranquilidad comenzó su historia como un animado parque de atracciones

En el elegante distrito de Sant Gervasi-Galvany se esconde un tesoro verde que pocos conocen en profundidad: el Turó Park. Este distinguido espacio ajardinado que hoy ofrece serenidad a los barceloneses guarda una curiosa historia de transformación, pasando de ser un bullicioso centro de entretenimiento a convertirse en un refinado jardín novecentista.

Del Entretenimiento a la contemplación

Lo que hoy es un remanso de tranquilidad comenzó su historia como un animado parque de atracciones. Hasta 1929, estos terrenos, propiedad de la familia Bertrand-Girona, albergaban un popular centro recreativo. Fue tras un convenio entre los propietarios y las autoridades municipales cuando comenzó su metamorfosis.

La Visión de un maestro paisajista

La transformación no fue casual. Nicolau M. Rubió i Tudurí, destacado paisajista y director del servicio de parques barcelonés, concibió el proyecto que daría forma al actual Turó Park. Su inauguración en 1934 reveló un espacio dedicado al poeta Eduard Marquina, caracterizado por líneas sobrias y una elegancia discreta que perdura hasta nuestros días.

Un patrimonio natural preservado

Uno de los grandes valores del jardín reside en la conservación de gran parte de su arbolado original. Visitantes y vecinos pueden disfrutar de la sombra de algarrobos centenarios, frondosos laureles, majestuosos chopos y robustas encinas. El estanque central, bordado por árboles y tapizado de nenúfares, ofrece un espectáculo cromático especialmente impresionante durante la floración primaveral.

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Estanco del Turó Parc, o jardins del Poeta Eduard Marquina, en Barcelona.Enric, via Wikimedia Commons.

Fusión cultural en cada rincón

El parterre de Boulangrin representa perfectamente el espíritu del parque: una armoniosa combinación de influencias anglosajona y árabe. Este singular espacio integra un arroyo serpenteante, dieciséis imponentes magnolias y estratégicos bancos de piedra que invitan a la contemplación.

Arte y poesía entre vegetación

Más allá de su valor botánico, el Turó Park constituye un museo al aire libre. Alberga significativas obras escultóricas como el homenaje de Apel·les Fenosa al violonchelista Pau Casals y la pieza de Josep Clarà dedicada al tenor Francesc Viñas. Complementando este carácter cultural, un innovador recorrido poético permite explorar el jardín a través de versos de Sylvia Plath, Fernando Pessoa, Salvador Espriu y Federico García Lorca.

En un entorno urbano cada vez más acelerado, este singular jardín ofrece una experiencia donde naturaleza, historia y expresión artística se entrelazan, proporcionando un espacio de quietud y belleza en pleno corazón de Barcelona.

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