Representantes de los grupos parlamentarios que reeditan el "cordón sanitario" a Vox

PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP han revalidado el pacto firmado en la anterior legislatura para dar continuidad al establecimiento de un "cordón sanitario contra las fuerzas políticas de extrema derecha", en referencia a Vox y Aliança Catalana (AC), en el Parlament.

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DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Representantes de los grupos parlamentarios que reeditan el «cordón sanitario» a Vox PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP han revalidado el pacto firmado en la anterior legislatura para dar continuidad al establecimiento de un «cordón sanitario contra las fuerzas políticas de extrema derecha», en referencia a Vox y Aliança Catalana (AC), en el ParlamentEuropa Press

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El falso «cordón sanitario» de Junts y ERC: pactan con Orriols en Ripoll pero demonizan a Vox en el Parlament

  • La dirección nacional de ERC ha desautorizado a su agrupación local y asegura que no permitirá la aprobación de las cuentas de Ripoll

  • Con Vox, los firmantes del llamado «pacto antifascista» no solo no aceptan sus propuestas, sino que usan triquiñuelas para que la formación de Garriga no pueda presidir las comisiones parlamentarias que le corresponden

El llamado «pacto antifascista» firmado por Junts, ERC, Comunes, PSC y CUP está provocando auténticos dolores de cabeza a sus impulsores. Recordemos que este acuerdo implica que ninguno de estos partidos pueden pactar o negociar con Aliança Catalana o Vox, ni siquiera permitir que se puedan admitir a trámite sus iniciativas.

Ya desde la Comisión de Seguimiento de este pacto se pidió explicaciones hace unas semanas a Junts por abstenerse en una moción de Aliança Catalana en el Parlament. Y ahora se ha sabido que los grupos municipales de ERC y también Junts en el Ayuntamiento de Ripoll habían puesto encima de la mesa varias demandas para poder apoyar los presupuestos de la alcaldesa, Sílvia Orriols, de Aliança Catalana.

El pleno de presupuestos se tenía que celebrar el 23 de diciembre, pero la alcaldesa retiró este punto en el último momento del orden del día porque no tenía asegurados los apoyos suficientes. Y desde luego, ayudar a aprobar las cuentas municipales de Ripoll ya son palabras mayores. Es lo que ha pensado la dirección nacional de ERC, que ha desautorizado a su agrupación local y ha dejado claro que en ningún caso van a facilitar que esos presupuestos salgan adelante.

Este miércoles, los concejales republicanos habían dejado abierta la puerta a una abstención si la alcaldesa aceptaba algunas de sus propuestas, como por ejemplo, impulsar la figura de los «educadores de calle», medidas para fomentar la integración y crear una oficina de escolarización para familias inmigrantes que acaban de llegar, o que se ponga en marcha un nuevo centro cívico, según ha explicado la agencia ACN.

Y después de la desautorización, ha venido el matiz de los republicanos. Aseguran que no se ha negociado nada, y lo único que han hecho es mantener reuniones con la alcaldesa de Ripoll para escuchar lo que tiene que decir. Y nada más. En cualquier caso, mantienen el encuentro previsto para finales de esta semana con Sílvia Orriols.

Desde Junts también han dejado la puerta abierta a facilitar esa aprobación de las cuentas. Según esta agencia, el mismo día del pleno de diciembre Orriols se puso en contacto con representantes de ambos partidos para iniciar las negociaciones, asegurándoles que podría «reconsiderar» algunas de sus peticiones. En este sentido, Junts reclama una puesta clara por la cultura, o la generación de más ingresos, además de los educadores de calle.

Como decíamos, los de Puigdemont ya se abstuvieron en una moción de Aliança en el último Debate de Política General. Desde la Comisión de Seguimiento del «pacto antifascista» explicaron que Junts justificó este voto porque no comportaba que la propuesta de la formación de Sílvia Orriols prosperara. Pero en cualquier caso, responsables de Junts han dejado claro que no va a votar «siempre en contra, sea cual sea el contenido» de las propuestas de Aliança, especialmente.

Con Vox no hay fisuras

En la anterior legislatura este pacto se cumplió a rajatabla, solo estaba presente en la cámara catalana la formación que lidera Ignacio Garriga en Cataluña y, efectivamente, cualquier iniciativa, moción o propuesta, era rechazada de forma sistemática. Y, en la actualidad, ese llamado «cordón sanitario» se mantiene para Vox. Además de no aceptar ninguna de sus iniciativas, Junts, ERC, Comunes, CUP y PSC han hecho todo lo posible para que no se reúnan las dos comisiones que Vox tiene derecho a presidir, atendiendo al Reglamento de la Cámara: la comisión de peticiones y de textos normativos.

De hecho, en el caso de la comisión de peticiones, estos partidos votaron en contra de que la presidencia la ocupara la diputada de Vox Mónica Lora. Unas semanas más tarde, los miembros de las formaciones de izquierda e independentistas se ausentaron de la sesión, porque lo que no hubo un quorum mínimo parra celebrar una votación válida.

Y ante las triquiñuelas utilizadas por estas formaciones, lo de Ignacio Garriga han dejado claro que impulsarán las vías legales necesarias para denunciar la situación. El objetivo, dicen, no es conseguir la presidencia de la comisión, sino mantener su «lucha» contra el cordón sanitario que se está aplicando, en este caso, en el Parlamento de Cataljuña, porque no «respeta» la voluntad de los votantes de Vox. En defensa de la formación de Garriga salió precisamente la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, que acusó a los impulsores del «pacto antifascista» de boicotear la comisión con un «gesto infantil» y con «juego sucio».

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