Comunidad Valenciana
Mónica Oltra declara ante el juez mientras sus compañeros se enfrentan por la sucesión
La vicepresidenta, Aitana Mas, se postula con cautela mientras voces internas exigen que sea el diputado nacional, Joan Baldoví, quien aspire a la Generalitat Valenciana
«Con el ruido que daba y lo calladita que está ahora». Esta afirmación no ha sido pronunciada por ningún miembro del Partido Popular, Ciudadanos o Vox, sino por un socialista. Tampoco ha dicho «ruido», sino «porculo».
Esa era la simpatía con la que contaba Mónica Oltra en la Generalitat Valenciana en la que ella era vicepresidenta y consellera de Igualdad. Justamente, bajo esa competencia se encontraba el centro de menores tutelados en que su marido violó repetidamente a una niña, Teresa, de catorce años. Por ello el fue condenado a cinco años de cárcel y ella tuvo que verse obligada a dimitir.
Aunque sobre ello va a declarar este lunes ante el juez, sus quebraderos de cabeza también se orientan a la cuestión partidista. Y es que el partido de la otrora todopoderosa está más dividido que nunca.
Igual que Unidad Podemos, Compromís es una perpetua lucha de egos entre sus facciones. Nacionalistas, nacionalistas verdes y nacionalistas abiertamente catalanistas luchan por los primeros puestos. Y eso, con unas elecciones autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina, no hace si no acrecentar la pugna.
Con Oltra en la banda, pendiente de que los tiempos judiciales le dejen volver a la arena política aunque sea emulando a Sergio Ramos en Lisboa, la maquinaria nacionalista está en perfecta ebullición.
Así, la sucesora «natural» de Oltra, según definen fuentes cercanas al Ejecutivo valenciano, sería su sucesora. Por tanto, por ese argumento, sería Aitana Mas quien figurara como número uno para optar a la presidencia de la Generalitat.
Sin embargo, en la lógica política y electoral entran en juego otras aristas. Una de ellas es el diputado de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví.
Viniendo de otro partido al de Mas dentro de la coalición nacionalista independentista, los cargos internos de Compromís son conscientes de dos aspectos.
Uno de ellos es el ámbito de la popularidad. Mientras Baldoví ha sido alcalde de Sueca (Valencia), «quién es Aitana Mas», se preguntan en fuentes de Compromís. Además, cabe resaltar la proyección mediática del parlamentario: «Sale muchos días en La Sexta y a Ferreras le gusta, le da juego», señala la fuente.
Por el contrario, la proyección mediática de Mas se reduce a las ruedas de prensa tras los plenos del Consell y, en su justa medida, a seguir reivindicando el legado de Oltra.
No obstante, fuentes propias y ajenas al tripartito de izquierdas resaltan el «salto adelante» que Mas ha hecho en los dos meses que lleva en el cargo y no descartan que sea la candidata a toda costa: «Oltra no puede volver y esta chica está encantada con los focos. No hay más que verla, le gusta y se gusta, intentará ser candidata».
Otro factor determinante es el propio y reconocido «bajón» de Compromís en la intención de voto de cara a las elecciones de mayo de 2023. Más allá del desconocimiento de Mas, por la que no se ha preguntado, el partido nacionalista sufriría un severo descenso en votos y escaños tanto en las Cortes Valencianas como en los principales ayuntamientos de la región. Tanto es así que podrían perder la presidencia de la Generalitat y su influencia decisiva en ciudades como Valencia, donde el alcalde es su compañero Joan Ribó.
Con todo, y ante la discrepancia interna a la hora de apoyar a una u otra, el único mensaje unívoco en Compromís es el del lunes: Oltra es víctima de una conspiración de la ultraderecha.