Varios turistas, en las terrazas de un hotel de Benidorm.

Varios turistas, en las terrazas de un hotel de Benidorm.Efe

Comunidad Valenciana  Puig ignora al sector y aprueba una tasa turística «inoportuna e injusta»

La patronal en la Región, HOSBEC, cree que la medida les «demoniza» y pide su derogación

El Gobierno tripartito de la Comunidad Valenciana ha sacado adelante definitivamente la tasa turística que se aplicará en la Región.

Lo ha hecho, como viene siendo habitual con el único apoyo de las tres formaciones que conforman el Ejecutivo autonómico, PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, y Partido Popular, Ciudadanos y Vox en contra.

Sin embargo, esta aprobación tiene un elemento más que destacable: Puig ha aprobado la tasa con la oposición unánime del sector turístico e, incluso, del propio secretario autonómico de Turismo y hombre de máxima confianza de Ximo Puig, Francesc Colomer.

Así, desde que la norma se publique en el Diario Oficial de la Generalitat Valencia (DOGV) –el BOE regional- a los que visiten la Comunidad en cruceros o los que se alojen en campings, apartamentos turísticos u hoteles se les cobrará un importe por cada pernoctación que aún está por determinar.

La cuantía del recargo a aplicar también está siendo objeto de polémica. Esta es de competencia municipal, es decir, será cada Ayuntamiento si decide ignorarla o ponerla en marcha y, en tal caso, por qué importe.

«Demoniza» al sector

En un primer momento, este se fijó entre dos euros por noche para hoteles de lujo y cincuenta céntimos para cámpings, pero la vicealcaldesa de Valencia, la socialista Sandra Gómez, se descolgó defendiendo en diversas ocasiones que la tasa en la capital levantina debería ser de seis euros en apartamentos turísticos.

Tanto la aprobación de la tasa como su desarrollo legislativo no cuenta con el respaldo de la patronal del Turismo en la Comunidad Valenciana. Así, la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC) ha emitido un comunicado calificando esta nueva figura fiscal como «inoportuna e injusta».

Asimismo, la patronal del sector cree que la medida aprobada por el tripartito lo «demoniza» y recuerda que esta actividad «está llamado a mantener la actividad económica en los próximos años».

Entre los efectos que tendrá la tasa, HOSBEC prevé que la Región perderá «competitividad respecto a otros destinos» y no solo hace referencia al suyo, sino que incluye los ámbitos «vacacional, urbano, negocios e, incluso el turismo de interior».

En este sentido, la asociación también considera que el gravamen incide en la «presión fiscal de los valencianos, una de las más altas de España», por lo que lo ven «inoportuno», más aún «en una compleja situación derivada de la inflación y del incremento de los costes energéticos».

De hecho, durante la tramitación parlamentaria de la tasa, la secretaria General de HOSBEC, Nuria Montes, declaró a El Debate que la iniciativa es «insultante» y son producto del «odio atroz que dos partidos» –Compromís y Unides Podem- tienen «hacia el turismo por motivos ideológicos».

Por ello, HOSBEC ha pedido a los partidos de la oposición que se comprometan –como han hecho- que si tras las elecciones autonómicas de mayo llegan a gobernar, deroguen la tasa.

En cuanto al debate en las Cortes Valencianas, tanto PP como Ciudadanos y Vox han coincido en recriminar a Puig en particular y al tripartito en general tres aspectos: la falta de «consenso» y participación del sector turístico, la generación de una «turismofobia», así como el «afán recaudatorio» del Ejecutivo conformado por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem.

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